El presidente del Tribunal Militar Central impugna los últimos nombramientos de magistrados del Supremo aprobados por el GGPJ

Carlos Melón ha quedado fuera de la Sala Quinta y ha presentando un recurso contra los acuerdos del Consejo para designar a dos jueces

Carlos Melón, presidente del Tribunal Militar Central, junto a Carlos Lesmes, presidente del CGPJ y del TS.
Carlos Melón, presidente del Tribunal Militar Central, junto a Carlos Lesmes, presidente del CGPJ y del TS.

La Sala Tercera, de la Contencioso-Administrativo, del Tribunal Supremo tendrá que decidir si el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) actuó correctamente en los dos últimos nombramientos de jueces de la Sala Quinta, de lo Militar, del mismo tribunal.

 

Confidencial Digital ha podido confirmar, por varios fuentes distintas, que contra esos dos últimos nombramientos para sustituir vacantes en la Sala de lo Militar del TS se ha presentado un recurso.

El autor del recurso es Carlos Melón Muñoz, auditor presidente del Tribunal Militar Central: es decir, el presidente del máximo órgano de la justicia militar justo antes de esa Sala Quinta del Supremo.

Cuatro magistrados para dos plazas

La Sala Quinta de lo Militar perdió a final de año a dos magistrados, que alcanzaron la edad de jubilación: Francisco Menchén Herreros y Javier Juliani Hernán.

Así que el CGPJ acordó convocar dos vacantes (que se pueden consultar aquí y aquí) de plaza de magistrado en esa sala, a las podían presentarse “los miembros del Cuerpo Jurídico Militar con empleo de General Consejero Togado y General Auditor con aptitud para el ascenso, en situación de servicio activo”.

Se presentaron cuatro candidatos:

-- Ricardo Cuesta del Castillo: asesor jurídico general de la Defensa desde 2017.

-- Emilio E. Fernández-Piñeyro y Hernández: director general en la Secretaría General Técnica del Ministerio de Defensa desde junio de 2018.

 

-- Fernando Marín Castán: jefe de la Fiscalía, precisamente, de la Sala Quinta, de lo Militar, del Tribunal Supremo desde 2014.

-- Carlos Melón Muñoz: presidente del Tribunal Militar Central desde octubre de 2018.

Ternas de dos candidatos

Los aspirantes a magistrados de la Sala Quinta tuvieron que enviar sus candidaturas, y comparecer ante la Comisión Permanente del CGPJ. Los acuerdos que convocaron las vacantes establecen que “una vez concluidas las comparecencias, la Comisión Permanente formulará una propuesta con tres candidaturas para su posterior elevación al Pleno una vez aprobada la terna por la Comisión”.

Es lo que se denomina ternas: la Comisión Permanente del CGPJ agrupa a los candidatos en grupos de tres, y entre esos tres el pleno elige al nuevo magistrado.

Sólo se admite que “la propuesta podrá tener un número inferior de personas que opten a la plaza cuando no haya aspirantes suficientes o cuando la valoración de los que hubiesen presentado solicitud no justifique su inclusión en la terna. De manera excepcional, la propuesta podría contener un número superior de candidaturas cuando la similitud en los méritos o la ponderación que pueda hacerse de ellos así lo justifiquen”.

En el proceso de designación de los sustitutos de Francisco Menchén Herreros y Javier Juliani Hernán no hubo ternas. Ese cambio provocó, según ha podido saber ECD, una profunda sorpresa entre miembros del Cuerpo Jurídico Militar, y además es uno de los puntos por los que el presidente del Tribunal Militar Central ha presentado su recurso.

Así fueron los ‘emparejamientos’

En vez de elegir a tres de los cuatro candidatos, y proponerlos al pleno del CGPJ, primero en una plaza y luego -con los que quedaran- hacerlo proponer otra terna para la otra vacante, la Comisión Permanente hizo ternas de dos candidatos.

Algunas fuentes consideran que se tendría que haber hecho dos ternas iguales, con los tres candidatos con más méritos, y someterlos a las dos vacantes.

La Comisión Permanente ‘enfrentó’ a Fernando Marín Castán con Emilio E. Fernández-Piñeyro y Hernández, por un lado, y por otra emparejó a Ricardo Cuesta del Castillo con Carlos Melón Muñoz.

Los elegidos fueron finalmente Fernando Marín Castán y Ricardo Cuesta del Castillo, que tomaron posesión y ya llevan tiempo trabajando en la Sala Quinta del Tribunal Supremo: incluso ya han dictado sentencias, incluso como ponentes.

El procedimiento elegido en este caso no gustó a un sector importante de oficiales generales del Cuerpo Jurídico Militar, que consideraron que no se había seguido fielmente la normativa, al optar por esas “ternas de dos” y no de tres.

Méritos de juez, méritos de asesor

Confidencial Digital ha podido saber por fuentes jurídicas que el sistema de ternas de dos es uno de los puntos que ataca el recurso presentado por Carlos Melón para tratar de anular los dos nombramientos aprobados por el CGPJ.

Además, el presidente del Tribunal Militar Central ha alegado en su recurso (en realidad, dos recursos) que el Consejo General del Poder Judicial no ha tenido en cuenta, de forma correcta, los criterios de selección.

En el apartado de méritos, los acuerdos que convocaron las plazas establecieron que los primeros méritos eran el “desempeño de actividades propias del Cuerpo Jurídico Militar”,seguidos en segundo lugar del “ejercicio de otras profesiones o actividades jurídicas”.

Dentro de las actividades propias del Cuerpo Jurídico Militar, en primer lugar se citaba el “desempeño de funciones en el ámbito de la jurisdicción militar”. Se definía como “el desempeño como Juez o Fiscal, y se ponderará el tiempo de servicio en órganos unipersonales y colegiados, o el desempeño ante los mismos, así como la excelencia alcanzada en el ejercicio de la función jurisdiccional”.

Fuentes del Cuerpo Jurídico Militar, que vieron con sorpresa que no fuera elegido Carlos Melón, señalan que en este ámbito tenía más méritos el actual presidente del Tribunal Militar Central que el asesor jurídico de la Defensa, Ricardo Cuesta del Castillo.

En el currículum publicado, Melón cuenta con experiencia como auditor presidente del Tribunal Militar Central, donde antes ya fue un año vocal togado. Antes fue presidente del Tribunal Militar Territorial Segundo y vocal togado en el mismo; juez del Juzgado Togado Militar Territorial nº 22; fiscal jurídico militar del Tribunal Militar Territorial Segundo; y fiscal jurídico militar de la Segunda Región Aérea.

Ricardo Cuesta del Castillo, por su parte, dejó su último destino como juez en 2013, cuando dejó de ser presidente del Tribunal Militar Territorial Quinto. Antes había sido en dos etapas juez togado militar territorial en Las Palmas de Gran Canaria, y juez de vigilancia penitenciaria del Establecimiento Penitenciario Militar de La Isleta.

Tiene mayor carrera como asesor jurídico: secretario de justicia del Mando y Zona Aérea de Canarias, y desde 2013 hasta la actualidad, asesor jurídico del Cuartel General del Ejército del Aire (2013-2017), asesor del subsecretario de Defensa (varios meses de 2017) y asesor jurídico general de la Defensa desde mayo de 2017 hasta que fue enviado al Supremo.

El único del Tribunal Militar Central

“El único de los cuatro que había estado en el Tribunal Militar Central, que es la instancia superior de la justicia militar antes del Supremo, era Melón”, subrayan las fuentes militares conocedoras del proceso, y de la indignación que se extendió entre un sector relevante del Cuerpo Jurídico Militar y de las escalas más altas de las Fuerzas Armadas por estas designaciones.

Los cuatro candidatos -Melón, Cuesta, Marín y Fernández-Piñeyro- eran generales consejeros togados, el equivalente a general de División. Por eso creen que a igualdad de grado, el de mayor experiencia jurisdiccional era Melón y claramente tendría que haber sido elegido.

Al mismo tiempo admiten dos tradiciones o costumbres: el asesor jurídico general de la Defensa acaba teniendo el “premio” de la Sala Quinta del Supremo, y sin embargo el presidente del Tribunal Militar Central no lo consigue. Así ha sido históricamente.

El TS ha anulado nombramientos

Los críticos admiten que el nombramiento por parte del CGPJ en estos casos es discrecional. “Pero discrecionalidad no significa arbitrariedad”, argumentan, y por eso creen que el CGPJ debería haber aplicado de otra forma sus propios criterios, y además, haber argumentado y justificado de forma más detallada tanto la formación de esas ternas de dos candidatos como la elección entre cada pareja.

De ahí que confíen en que los recursos presentados por Carlos Melón puedan tener recorrido.

Fuentes consultadas por ECD reconocen que no hay muchas, pero sí existen algunas sentencias del Tribunal Supremo que han anulado nombramientos del CGPJ a instancia del recurso de uno de los “perjudicados”, como ocurre en este caso con el presidente del Tribunal Militar Central.

“Cuando ha anulado acuerdos de nombramientos, lo que ha hecho el Supremo es ordenar al CGPJ que justifique mejor su decisión”, explican. Ha habido también algunos votos particulares que han apostado por que el Supremo valore directamente los méritos objetivos y nombre a quien haya recurrido, si es que así lo merece.

En 2016, la misma Sala Tercera, de lo Contencioso-Administrativo, que tendrá que analizar los recursos de Carlos Melón sobre el nombramiento de dos magistrados de la Sala Quinta, anuló el acuerdo del CGPJ por el que nombró al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Murcia.

“El Acuerdo impugnado no ha explicado suficientemente las razones determinantes de la decisión que incorpora, lo que impone la retroacción de las actuaciones a fin de que se dicte nueva resolución en la que se subsane el acusado déficit de motivación del que adolece la ahora recurrida, fundamentando debidamente la valoración de los méritos del candidato finalmente designado”, concluyeron entonces los jueces.

Eso sí, no admitieron que los méritos de la recurrente fueran “tan evidentemente superiores a los del codemandado -desde todos los parámetros de selección que la convocatoria y la norma que la sostiene dibujan- como para concluir que efectivamente nos hallamos ante ese escenario de reducción a cero de la innegable discrecionalidad que tiene constitucionalmente atribuida el CGPJ”.

Podría cambiar el CGPJ

En los recursos presentados por Melón se podrían personar los magistrados de la Sala Quinta nombrados (Ricardo Cuesta y Fernando Marín), aunque no son los demandados, sino que lo es el CGPJ; y también podría personarse el otro candidato que fue apeado del proceso, Emilio E. Fernández-Piñeyro, para sumarse a dichos recursos.

La sentencia sobre este caso se espera para finales de 2020, y algunas fuentes dudan de si, en caso de ser estimatoria de los recursos, se limitará a anular los acuerdos por falta de motivación y ordenará al CGPJ que los justifique, de forma que el Consejo vuelva a hacer los mismos nombramientos pero mejor argumentados.

Pero en ese caso habría también que tener en cuenta que para entonces la composición del CGPJ podría haber cambiado, si se renuevan los vocales, que llevan con su mandato caducado varios años. De ahí que el resultado de un nuevo estudio sobre los cuatro candidatos podrían llevar a resultados distintos.

También hubo críticas por los ascensos

El enfado en el Cuerpo Jurídico Militar no sólo se centra últimamente con las formas y el fondo del proceso de elección de los dos nuevos magistrados de la Sala Quinta del Tribunal Supremo.

A esta polémica se sumó meses después los ascensos de general auditor a general consejero togado. En ese caso, oficiales y oficiales generales del Cuerpo Jurídico Militar denunciaron -según se contó en Vozpópuli- que la ministra, Margarita Robles, y el subsecretaria, Alejo de la Torre, habían ascendido a aspirantes que estaban por debajo en el escalafón que otros que se quedaron sin ascenso.

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