Tierra, Armada y Aire se entrenan en técnicas antidisturbios y gestión de refugiados

650 policías militares participan en un ejercicio que simula altercados de la población local contra las tropas españolas desplegadas en el extranjero

Militares del EADA del Ejército del Aire, con material antidisturbios.
Militares del EADA del Ejército del Aire, con material antidisturbios.

“¡No han cumplido ninguna promesa y están produciéndose vejaciones a nuestros compañeros detenidos!”. El ambiente se caldea hasta que los concentrados empiezan a atacar con piedras y palos a los militares, que se protegen con escudos, cascos y porras.

No es una manifestación violenta en la que intervenga la Policía Nacional, sino un ejercicio organizado por el Batallón de Policía Militar nº 1, del Ejército de Tierra, que reunió recientemente a militares de diversas unidades de policía militar, naval y aérea de las Fuerzas Armadas.

Este batallón depende del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad (CGTAD), y tiene como misión “proporcionar apoyo en actividades específicas de Policía Militar, tanto en Territorio Nacional, como especialmente en Zona de operaciones, para lo cual cuenta con los medios específicos necesarios para desplegar Unidades de Policía Militar con sus cometidos propios”.

Recientemente organizó en las bases ‘Jaime I’ de Bétera y ‘General Almirante‘ de Marines, en la provincia de Valencia, el ejercicio ‘Ángel Guardian 2022’. En él participaron unidades de policía militar del Ejército de Tierra, la Armada, el Ejército del Aire, la Unidad Militar de Emergencias, la Guardia Real y la Guardia Civil.

Además, también mandaron efectivos varios países aliados de la OTAN: Alemania, Hungría, Bulgaria, Canadá, Estonia, Grecia, Irlanda, Lituania, Portugal y Rumania. En total, participaron más de 650 policías militares, 150 vehículos y 31 perros.

En el ejercicio se practicaron con especial énfasis “las funciones de seguridad, detención, apoyo a la movilidad y policía de estabilización, dentro de un entorno de apoyo a la Fuerza durante una operación de respuesta de crisis”.

Los militares simularon diversas incidencias como el control de masas, la protección de autoridades, el jalonamiento y escolta la investigación de incidentes con explosivos o la gestión de campos de personas desplazadas, entre otras. Llama la atención esta última función, que supondría utilizar a militares españoles para gestionar campos de refugiados, algo similar a la operación de evacuación de afganos de agosto de 2021, que obligó a acoger a refugiados en la base aérea de Torrejón de Ardoz.

Las imágenes tomadas de ese ejercicio permiten ver, por ejemplo, a militares del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA), del Ejército del Aire, ataviados con el equipo de los policías antidisturbios, recibir impactos de palos, piedras, incluso extintores, de supuestos manifestantes que se enfrentaran a las fuerzas españolas en sus destacamentos en misiones en el extranjero.

Los militares de esta y otras unidades de Tierra, Armada, Aire, UME, Guardia Real y Guardia Civil se desplegaron protegidos con cascos, escudos de distintas formas, porras, chalecos antitrauma y protecciones para hombros, brazos, codos, rodillas, espinillas…

 

Durante los ejercicios, practicaron cómo resistir pedradas y cómo cargar para dispersar manifestantes violentos que también les lanzaban agua, tanto en un espacio abierto como si se atrincheraran en un edificio.

Incluso se vio cómo utilizaron bocachas, como las que lanzan pelotas de goma, botes de humo o simplemente salvas de humo y sonido.

A efectivos de Infantería de Marina, actuando como Policía Naval, del Ejército de Tierra y de la UME se les pudo ver reduciendo a personas violentas o que se hubieran colado en un recinto militar.

También practicaron la escolta de personalidades y su protección ante un posible atentado, encapsulando al “VIP” y evacuándolo de urgencia en un vehículo militar.

 

Un entrenamiento que se aplicó en Ceuta

Determinadas unidades de las Fuerzas Armadas tienen entre sus cometidos el control de masas. Las que realizan funciones de Policía Militar, Policía Naval y Policía Aérea se preparan para proteger sus cuarteles y bases, en caso hipotético de posibles altercados o protestas ante sus puertas.

Pero, principalmente, este tipo de funciones se piensan sobre todo para los despliegues en el exterior. Así justificó el Ministerio de Defensa las prácticas antidisturbios del Tercio ‘Gran Capitán’ I de la Legión, que circularon en vídeo como si el Gobierno estuviera preparando a los militares para intervenir frente a un estallido social en España.

Lo cierto es que sólo en ocasiones muy excepcionales los militares usan material antidisturbios. Un caso reciente fue la avalancha de extranjeros procedente de Marruecos que desbordó las fronteras de Ceuta en mayo de 2021.

En esa ocasión las autoridades civiles pidieron ayuda a la Comandancia General de Ceuta, del Ejército de Tierra, que activó a varias unidades militares, tanto de la Legión como de Artillería.

Los legionarios de la IVª Bandera ‘Cristo de Lepanto’, del Tercio ‘Duque de Alba’ 2º, se desplegaron en puntos como la playa de El Tarajal. Iban equipados con cascos, escudos y porras y trataron de contener la avalancha de personas, que intentaban entrar por la fuerza de forma ilegal en España lanzando piedras a los militares, guardias civiles y policías españoles.

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