Un juzgado militar central abre diligencias por una denuncia contra el ex subsecretario de Defensa y dos coroneles

La ex jefe de personal del Gómez Ulla acusa de un delito de “abuso de autoridad” en la modalidad de “acoso laboral” al anterior responsable de Medicina Logística Operativa

Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla.
Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla.

La justicia militar abre un procedimiento para esclarecer la denuncia presentada por una teniente coronel, hasta hace unos meses jefa de Personal del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, en Madrid,  contra un coronel que fue jefe de Medicina Logística Operativa, así como contra el anterior subsecretario de Defensa y contra otra teniente coronel (ya ascendida a coronel) del mismo hospital.

Confidencial Digital ha podido saber que el Juzgado Togado Militar Central número 2 ha ordenado abrir diligencias previas para investigar los hechos que denuncia la teniente coronel Ruth Obregón, quien fue jefa de Personal del Gómez Ulla durante años y hasta el pasado mes de febrero, cuando fue apartada y enviada en comisión de servicio a la Inspección General de Sanidad. Finalmente, en mayo fue cesada -tal y como se contó en estas páginas- y enviada a otro destino en la Agrupación de Sanidad nº 1 del Ejército de Tierra.

El jefe de Medicina Logística Operativa

La denuncia de la teniente coronel Obregón va dirigida principalmente contra el coronel Antonio Fé. Éste fue nombrado jefe de Medicina Logística Operativa en marzo de 2018, y estuvo en ese cargo de la Sanidad Militar y del Hospital Central de la Defensa hasta que fue cesado en noviembre de 2019. Este coronel se encuentra actualmente en situación de reserva.

La denunciante considera a este coronel “responsable de un delito de abuso de autoridad en su modalidad de acoso laboral”, que según ella habría padecido durante cuatro años, y también le acusa de otras conductas que pudieran ser también constitutivas de diversos ilícitos penales o disciplinarios.

En los hechos denunciados se citan unos mensajes de WhatsApp que circularon en el mes de diciembre entre personal del Hospital Gómez Ulla, miembros del Cuerpo Militar de Sanidad y de otras instancias de las Fuerzas Armadas.

Mensajes de WhatsApp y acoso laboral

En esos mensajes, que la teniente coronel denunciante asegura que fueron escritos y enviados por el coronel denunciado, se incluyeron unas acusaciones contra la teniente coronel Ruth Obregón, y en ellos (siempre según la denuncia) el autor de los mismos “incita a los generales de Sanidad a dimitir en bloque” y “vulnera la confidencialidad” al revelar el dictamen de reconocimiento médico para misiones de esta misma teniente coronel, “dictamen que el coronel Fé conocía por razón de su cargo (entonces jefe de Medicina Logística Operativa del hospital)”.

En general, la denunciante considera que esos mensajes de WhatsApp la difaman, la someten “a linchamiento público” ya que se difundieron por distintos ejércitos, unidades y provincias de España, y atentan gravemente contra su honor, intimidad y propia imagen.

A ello añade cuatro años “de persecución de este coronel que valiéndose de su superior empleo ha tejido en torno a mi una red de desprestigio grave, ejerciendo sobre mi un abuso de autoridad y difamación intolerable, de forma directa o indirectamente a través de sus amigos de promoción cuando estos han ocupado el puesto de director del hospital”. La denuncia no va contra los directores, pero sí les menciona por haber actuado contra ella con decisiones arbitrarias, a su juicio por verse incluidos por Fé: el actual director del hospital, el general Miguel Fernández Tapia; y sus antecesores el general Conde Ortiz y el general López Perales.

Denuncia al ex subsecretario de Defensa

La acusación de acoso laboral va dirigida contra el coronel Antonio Fé. Pero al subsecretario de Defensa Alejo de la Torre -cesado a finales de junio- y a la coronel Elvira Pelet, jefa de Anestesiología del Hospital Central de la Defensa, les acusa de haberla presionado para retirar el parte que Ruth Obregón presentó contra Antonio Fé en febrero.

 

La entonces jefa de Personal presentó un parte contra el coronel Fé -ya en la reserva- el 18 de febrero, y un día después, el 19, solicitó retirar dicho parte.

En la denuncia presentada ante el Tribunal Militar Central, asegura que “por orden del Subsecretario” omitió de ese parte que el coronel la había amenazado de muerte, y también asegura que “finalmente, por otra orden del subsecretario a través de la teniente coronel Elvira Pelet se me ordenó que retirara el parte aduciendo que ya había sido sancionado a pesar de que esa sanción nunca sucedió”. Cabe señalar que el coronel denunciado asegura que él sí fue sancionado por vía disciplinaria por esos hechos.

Apertura de diligencias previas

En un auto, el juez togado militar central número 2 indica que “dada que la relación de hechos origen del presente procedimiento no permite determinar, en este indiciario momento procesal, las circunstancias de los mismos, resulta procedente la apertura de diligencias previas”.

La Ley Orgánica 2/1989, de 13 de abril, Procesal Militar contempla las diligencias previas y en su artículo 141 las define de la siguiente forma:

-- “Los Jueces Togados Militares iniciarán el procedimiento judicial penal correspondiente, si hubiere méritos para ello. Sólo en el caso que no fuese posible determinar el procedimiento a seguir, podrá incoar diligencias previas, que tendrán por objeto las actuaciones esenciales para determinar la naturaleza y circunstancias del hecho, personas que en él han participado y el procedimiento penal aplicable. Darán cuenta de la incoación y de los hechos al Fiscal Jurídico Militar y al Tribunal Militar de quien dependa”.

Una vez practicadas diligencias, el juez togado actúa según lo que haya concluido:

1) Si estimare que el hecho no es constitutivo de infracción penal, acordará por auto el archivo de las actuaciones;

2) Si estimare que el hecho es constitutivo de falta disciplinaria dictará auto de archivo y, firme éste, remitirá copia autenticada de todo lo actuado a la autoridad militar con potestad para ordenar la instrucción del oportuno expediente;

3) Si el hecho constituyere falta penal de la competencia de la Jurisdicción Militar, enviará lo actuado para su vista y fallo al Juez Togado del mismo territorio jurisdiccional, con sede más cercana geográficamente a la del Instructor;

4) Si de lo actuado resultaren méritos para proceder a la formación de causa contra persona cuyo fuero impida conocer al Tribunal de quien dependa, el Juez Togado dará inmediata cuenta al mismo;

5) Si el hecho fuere constitutivo de delito de la competencia de la Jurisdicción Militar, el Juez ordenará la formación de sumario o diligencias preparatorias según proceda;

6) Si el hecho estuviere atribuido a la Jurisdicción Ordinaria, se inhibirá a su favor.

En este caso, al tener los denunciados un empleo igual o superior a comandante o capitán de corbeta (son dos coroneles y un teniente coronel), el conocimiento del procedimiento le corresponde a la Sala de Justicia del Tribunal Militar Central, de acuerdo con lo establecido en la Ley Orgánica 4/1987, de 15 de julio, de la Competencia y Organización de la Jurisdicción Militar.

La instrucción corresponde al Juzgado Togado Militar Central número 2 (según establece la ley), que como primera actuación para el esclarecimiento de los hechos denunciados citó a declarar este martes a la teniente coronel Ruth Obregón, para que se ratificara en su denuncia.

Ya en esa declaración estuvieron presentes los abogados de los tres denunciados: el coronel en la reserva Antonio Fé, la coronel Elvira Pelet y el ex subsecretario de Defensa Alejo de la Torre.

Si las diligencias previas culminaran en juicio oral, éste se tendría que celebrar en la Sala de Justicia del Tribunal Militar Central.

Pedirán que declaren testigos

Fuentes de la representación letrada de la teniente coronel Ruth Obregón aseguran que tras la primera declaración de la denunciante, irán solicitando que el juez tome declaración a distintos testigos (trabajadores del Hospital Central de la Defensa, un teniente general...) que a su juicio pueden corroborar sus acusaciones contra el coronel Fé de que ejerció acoso laboral contra ella.

Además, también podrían solicitar que se realice una prueba pericial para garantizar la autenticidad de los mensajes de WhatsApp aportados a la causa y que constituyen una de las acusaciones contra Fé.

Aunque la denuncia no va dirigida contra ninguno de los directores del hospital, en el curso de este procedimiento judicial no descartan que acaben teniendo que declarar, tanto el actual como dos de sus antecesores.

Actualmente el fiscal togado está estudiando la denuncia y la declaración de la denunciante ante el juez, para decidir qué postura toma en este procedimiento que se sigue en el Juzgado Togado Militar Central número 2.

Los denunciados se defienden

ECD se ha puesto en contacto con los tres oficiales denunciados por la ex jefa de Personal del Hospital Gómez Ulla, o con sus entornos, para tratar de recabar su versión sobre este asunto. En primer lugar, todos subrayan que por ahora no han sido imputados: sólo se les notificó la denuncia para que nombraran a sus abogados, que ya asistieron a la declaración de la denunciante.

El coronel Antonio Fé se encuentra ya en la reserva. Fue cesado, precisamente por el subsecretario Alejo de la Torre, en noviembre de 2019 de su puesto de responsable de Medicina Logística Operativa. El 15 de marzo se reincorporó al Gómez Ulla por la crisis del coronavirus, desde la reserva, por su experiencia frente a enfermedades infecciosas.

El principal señalado en la denuncia asegura que “el 90% es falso, totalmente mentira” en cuanto a los hechos que se le imputan, y que lo demostrará en el procedimiento en marcha. Admite que envió los mensajes de WhatsApp objeto de la denuncia, pero frente a lo que asegura la teniente coronel denunciante, explica que ya fue sancionado por ello, por vía disciplinaria, y añade que unos mismos hechos no pueden ser objeto de castigo dos veces, ahora en vía judicial.

Asegura que la teniente coronel Obregón no ha sido nunca su subordinada, ni han tenido relación ninguna más allá de que ambos -él como jefe de Medicina Logística Operativa, ella como jefa de Personal- formaban parte de la junta del Hospital Central de la Defensa “en la que podemos discutir”. Pero niega cualquier acoso laboral y amenaza de muerte como se relata en la denuncia.

Añade además que ni siquiera ha estado en el Gómez Ulla los últimos cuatro años, sino sólo dos: fue nombrado jefe de Medicina Logística Operativa en marzo de 2018, pero antes estuvo en otros destinos alejados del hospital y sin relación ninguna con él ni, por tanto, con Ruth Obregón, quien señala sin embargo que estuvo en la Inspección General de Sanidad, situada en el mismo edificio del hospital. Y a partir de su cese, afirma Fé, no ha cruzado palabra con ella. Subraya que todo lo denunciado es mentira, y lo demostrará.

Por su parte, fuentes cercanas a Elvira Pelet señalan que la denuncia “es una venganza de Obregón contra Pelet por no haber podido manipularla”, cuando ambas eran amigas en su etapa en el hospital. Señalan que la defensa de esta coronel, jefa de Anestesiología del Hospital Gómez Ulla, pedirá el archivo total de las diligencias previas “porque todo es falso” y porque, aseguran, la denunciante “no ha aportado ninguna prueba”.

Una denuncia anterior

Estos dos coroneles denunciados sacan a colación una denuncia anterior de Ruth Obregón. Según explican, esta teniente coronel presentó hace un año un parte contra la teniente coronel Carmen Ibarra, jefa de la planta 22 del Hospital Central de la Defensa, por “falta grave”.

Se instruyó un expediente informativo en el Ministerio de Defensa, que terminó cerrado sin declaración de responsabilidad para la denunciada. Citan este antecedente, confiando que también ahora el juez togado archive las diligencias previas por la nueva denuncia de la teniente coronel Obregón.

Fuentes cercanas a esta última aseguran, sobre este caso, que surgió a raíz de una reclamación de ocho personas de la planta 22 del hospital que aseguraban que sufrían acoso laboral, falta de medidas de seguridad y otros problemas por parte de la teniente coronel Carmen Ibarra. Trasladaron el asunto a la jefa de Personal, y por eso Obregón presentó un parte con esas reclamaciones y quejas que derivó en un expediente informativo (no llegó a disciplinario) en el ministerio, que no llegó a sustanciarse en ninguna sanción contra la jefa de la planta 22.

Responderán para defender su buen nombre

Fuentes cercanas al ex subsecretario de Defensa, Alejo de la Torre, apuntan en la misma dirección: aseguran que es una denuncia “a todas luces por hechos falsos y en todo caso sin tipificación delictiva alguna, carentes de toda verosimilitud”.

En mayor o menor medida, los tres denunciados coinciden en advertir que, cuando se archive el caso -algo que confían que suceda pronto- iniciarán acciones legales contra la denunciante para defender su honor y buen nombre.

Desde el entorno del ex subsecretario se muestran convencidos de que el Juzgado Togado Militar Central número 2 procederá a la mayor brevedad posible a archivar estas diligencias, al menos en lo que se refiere a Alejo de la Torre y a Elvira Pelet.

Subrayan que en la declaración ante el juez, la teniente coronel Obregón no aportó ninguna prueba contra los denunciados, y sólo expresó vaguedades y hechos confusos, hechos “sin tipificación ninguna” según esta parte. Y destacan que Obregón “no supo responder por qué no ha dado mil partes desde noviembre hasta la fecha a pesar de tener mil oportunidades”.

Por otro lado, señalan que la coronel Pelet era amiga de Obregón, pero no tenía ni relación profesional y jerarquía sobre ella para darle ni trasladarle órdenes. Y confirman que el coronel Fé fue sancionado por los mensajes de WhatsApp en cuestión.

Concluyen que esta denuncia no es más que “una maniobra para instrumentalizar la justicia para satisfacer su venganza personal contra la que era su amiga”, por no haber convencido al subsecretario de que interviniera para que sus jefes no la cambiaran de destino.

Por otro lado, sobre Alejo de la Torre exponen que el ex subsecretario se encuentra desde hace años en servicios especiales. Hay que apuntar que aunque pertenecía al Cuerpo Jurídico Militar, ingresó como personal del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), del que llegó a ser jefe de la Asesoría Jurídica.

Por eso, por estar en servicios especiales, consideran que “ no le resulta de aplicación la jurisdicción militar”, pese a que la denunciante esté tratando de recurrir a la justicia militar “ como cortina de humo para tapar sus responsabilidades en las irregularidades cometidas bajo su jefatura de personal en el Gómez Ulla y que están siendo investigadas en un Juzgado Togado central”.

Otros frentes judiciales y administrativos

Las diligencias previas que el Tribunal Militar Central ha ordenado que inicie el Juzgado Togado Militar Central número 2 suponen un nuevo frente judicial, que se suma a otros procedimientos judiciales disciplinarios que se han sucedido tras el cese de la teniente coronel Ruth Obregón como jefa de Personal del Hospital Central de la Defensa.

En primer lugar, las investigaciones sobre posibles irregularidades durante la gestión de Obregón en el Gómez Ulla se están desarrollando en el Juzgado Togado Militar Central número 1.

En segundo lugar, se inició un expediente disciplinario contra la misma teniente coronel. Dicho expediente comenzó a instruirse en la Inspección General de Sanidad, de la que dependía Obregón. Pero al ser destinada a la Agrupación de Sanidad número 1 del Ejército de Tierra, el expediente ha sido remitido al Jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), para que continúe ese proceso disciplinario interno.

En tercer lugar, la teniente coronel Obregón presentó un recurso de reposición contra la resolución del subsecretario de Defensa -aún lo era Alejo de la Torre- que la cesó en mayo. Con ese recurso trata de anular su cese y de ser respuesta en su cargo en el Hospital Gómez Ulla.

Y en cuarto lugar, también se encuentra en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid un relato de hechos en los que la teniente coronel Obregón denuncia el acoso laboral que, según ella, sufrió durante años en el Gómez Ulla y del que responsabiliza a dos directores y al coronel Fé. Las actuaciones tienen origen en una carta que la teniente coronel envió a la ministra de Defensa, y que Margarita Robles remitió de oficio a la fiscalía para que analizara el asunto, al entender que lo denunciado habría de ser investigado por si constituyera algún delito.

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