Unidades del Ejército prohíben a los militares utilizar prendas de uniforme distintas de las que se les entregan

Mandos de la Brigada Paracaidista, de la Brilat, de Cazadores de Montaña… les han advertido que no pueden usar botas, pantalones y portacargadores que se compran para sustituir el material con peor rendimiento

Militares del Regimiento de Infantería 'Garellano' 45 (Foto: Flickr Ejército de Tierra).
Militares del Regimiento de Infantería 'Garellano' 45 (Foto: Flickr Ejército de Tierra).

“Se prohíbe terminantemente el uso de cualquier prenda o material no reglamentario o que no haya sido adquirida de manera centralizada”. Es la orden que les ha llegado a militares de un regimiento del Ejército de Tierra, y que en las últimas semanas se ha repetido, con otras palabras pero el mismo objetivo, en otras unidades.

Así lo ha podido confirmar Confidencial Digital, por fuentes internas del Ejército de Tierra, que señalan que son al menos tres las unidades, entre brigadas y regimientos, que han dado la orden de dejar de utilizar el material que los militares se compran por su cuenta.

Quejas por chalecos, cascos, uniformes...

No son pocos los militares que llevan años denunciando las carencias del material que se les entrega. El último caso sucedió con los chalecos de protección balística que se entregaron en los últimos meses, y de los que se detectaron distintos fallos: se rompen por los velcros, se desmontan al dejarlos en el suelo, algunas tallas no cubren bien el cuerpo...

Hasta un general de Brigada ha llegado a elevar un informe al Centro de Situación (CESET), de la División de Operaciones del Estado Mayor del Ejército, y al Centro de Apoyo Logístico a las Operaciones (CALOG-OP), dependiente de la Fuerza Logística Operativa, en el que desgrana las necesidades de mejora en cascos, chalecos, uniformes, material sanitario...

Algunos militares, sobre todo de unidades de infantería y en puestos operativos, optan por pagar de su bolsillo determinados materiales que consideran que son necesarios, y que o bien no les proporciona su unidad, o bien se lo entregan de una calidad deficiente. Por ello deciden invertir en botas más resistentes, chalecos portaplacas a su medida, torniquetes, botiquines individuales, portacargadores...

Regimiento de Cazadores de Montaña

Varios mandos del Ejército de Tierra han dado la orden, en fechas recientes, de acabar con esas prácticas de que algunos militares utilicen, en ejercicios, maniobras y en su actividad de instrucción habitual, prendas de uniforme o materiales que compran por su cuenta.

Esta instrucción se ha dado a todo el personal del Regimiento de Infantería ‘Galicia’ 64 de Cazadores de Montaña, con base en Jaca (Huesca).

El coronel jefe del regimiento firmó hace unos días una “Norma Operativa de Procedimiento” (NOP) que, a lo largo de 14 páginas, determina “la uniformidad y el equipo de todo el personal del Regimiento de Infantería ‘Galicia’ nº 64 de Cazadores de Montaña (RICZM 64), en todas sus actividades diarias, así como en ejercicios y maniobras”.

Esta norma afecta a todos los militares del regimiento, y “su conocimiento y escrupulosa práctica será exigido a todos los miembros de la unidad”.

 

“Se prohíbe terminantemente...”

Al ser cazadores de Montaña, los militares de este regimiento tienen mayor variedad de uniformes y materiales que otras unidades de infantería. Por ejemplo, se deben equipar para escalar montañas, para hacer frente a la nieve, el hielo y el frío extremo...

En la instrucción remitida a todos los militares, el coronel jefe del regimiento asegura que “en este momento se dispone de un equipamiento de la máxima calidad que permite adaptarse a cualquier condición climatológica, por lo que no tiene razón de ser el uso de prendas no reglamentarias”.

“Consecuentemente”, continúa, “como norma general, se prohíbe terminantemente el uso de cualquier prenda o material no reglamentario o que no haya sido adquirida de manera centralizada por el RICZM 64”.

Material de seguridad

Una de las prohibiciones más tajantes es la que determina que “bajo ningún concepto se podrá utilizar material de seguridad que no haya sido distribuido por la cadena logística del Ejército”.

No se cita expresamente, pero ese material de seguridad puede referirse, entre otros elementos, a los chalecos de protección balística y antifragmentos que se entrega a los militares, y que como se ha indicado, son de los materiales más criticados entre miembros de las Fuerzas Armadas.

Cada vez más se estaba viendo en algunas fotografías de ejercicios y maniobras a militares con chalecos portaplacas, distintos de los que compra el Ejército de Tierra para sus unidades.

Sobre el chaleco, se da la orden de que “en los ejercicios tácticos en los que se establezca una Zona de Vida (vivac), se evitará el uso de PECO/chaleco antifragmentos en el interior del vivac durante el tiempo libre, la realización de comidas y las actividades de mantenimiento y de preparación”.

Botas, sólo las reglamentarias

También es habitual que algunos militares adquieran unas botas distintas a las que se les entrega de dotación, más cómodas y más resistentes.

El Regimiento de Infantería ‘Galicia’ nº 64 de Cazadores de Montaña advierte ahora que “no se autoriza el uso de botas de instrucción ni de montaña que no sean reglamentarias”.

Sólo admite que “excepcionalmente se podrá autorizar por el jefe de unidad el uso de un calzado de forma y características similares al reglamentario; dicha autorización debe estar adecuadamente justificada por motivos médicos o técnicos”.

Cintas de identificación

Terminantemente prohibido” queda “el uso de armamento particular”: “Todo el personal participará en cada actividad portando el armamento y las transmisiones reglamentarias que debe tener asignados conforme al módulo de plantilla”.

La orden del coronel del regimiento advierte asimismo que, de nuevo, “está terminantemente prohibido modificar las prendas del uniforme, salvo aquellos arreglos que consistan en ajustarlas adecuadamente a la talla del portador”.

Trata de acabar con algunas prácticas habituales entre los militares:

-- “Las cintas de identificación que se emplearán sobre los distintos uniformes de instrucción serán las reglamentarias de color verde; no se autoriza el uso de cintas con cambios en el diseño de la cinta (patrón mimetizado, emblema de montaña en lugar del de la Especialidad Fundamental, grupo sanguíneo, “nombres de guerra”, subtítulos en árabe o similares)”.

-- “El distintivo de nacionalidad será el reglamentario; no se autoriza su sustitución por otro de tamaño superior, de patrón diferente o con cualquier tipo de escudo”.

Gafas de sol

Las prohibiciones llegan hasta las gafas de sol: “Con carácter general se prohíbe el uso de gafas de sol particulares; se exceptúa al personal que deba emplear gafas de sol por prescripción médica o el empleo de gafas graduadas con cristales orgánicos (que se oscurecen automáticamente)”.

El documento no sólo prohíbe, también alerta de ciertos peligros: “Si bien no está prohibido, se desaconseja el uso de anillos y otros complementos susceptibles de engancharse y producir lesiones en el personal portador de dichos complementos”.

En otros casos, se regula una obligación. En las actividades de instrucción táctica y técnica, “la prenda de cabeza habitual será el chambergo”.

Además, “la boina es de uso obligatorio en los desplazamientos, traslados y transportes a las zonas de prácticas. Los conductores y acompañantes de los vehículos podrán prescindir de ella en carretera”.

Limita el uso del “gorro para frío (gorro de montaña)”, que “se restringirá a la ejecución de actividades de instrucción o adiestramiento bajo condiciones de frío, tanto específicas de montaña como de combate. Sólo se autoriza su uso como prenda de descanso durante el arco nocturno y para el desayuno”.

Zapatillas y mallas de deporte

El coronel jefe de este regimiento sólo abre la mano con ciertas prendas de deporte. Sí autoriza “el uso de los pantalones, mallas, calcetines de deporte o compresores no reglamentarios siempre y cuando sean de colores y formas similares a los reglamentarios”.

Permite además “el uso de zapatillas de deporte no reglamentarias, siendo este el único calzado no reglamentario autorizado a emplear”, frente a lo establecido con las botas.

“Para actividades específicas (paso de pista de aplicación, preparación de la prueba de unidad, carreras de Compañía/Batallón,…) se autoriza el uso de zapatillas de deporte con el uniforme de instrucción”, añade, y también señala que “igualmente se autoriza el uso de guantes y gorro de colores negro o verde”.

Sin el móvil en el bolsillo

Llama la atención otro aviso de la norma sobre las formaciones, guardias y en orden cerrado: “Se evitará llevar cosas en los bolsillos que desluzcan la presencia de la formación, especialmente en las perneras de los pantalones, o elementos metálicos que provoquen ruidos indeseables durante los movimientos: teléfonos móviles, llaves, monedas, etc.; los bolsillos además se mantendrán debidamente cerrados o abrochados”.

Establece que “la boina se llevará con la banda en posición horizontal, sobre la frente y a un dedo de las cejas”, y que el tamaño de la boina sea el adecuado para permitir la posición descrita.

Extremar las medidas de control

Todas estas prohibiciones, órdenes y advertencias no se van a quedar en el papel. El coronel ordena a los mandos que extremen las medidas de control del correcto equipamiento del personal mediante revistas, tanto periódicas como las preceptivas en la preparación de los diferentes ejercicios tácticos, “garantizando así la participación de todo el personal en cada actividad con todo el material imprescindible”.

Considera el jefe del Regimiento de Infantería ‘Galicia’ nº 64 de Cazadores de Montaña que “el aspecto exterior y, por tanto, el cuidado en la uniformidad y la policía del personal, son reflejo de la disciplina de la unidad y su cuidado debe ser una preocupación constante de todo el personal, especialmente de los jefes de unidad”.

La idea general de esta norma es que cada jefe de unidad (compañía, sección, equipo...) “pueda, siempre dentro de los límites que establece esta norma, determinar el conjunto de prendas a utilizar en cada momento, en función de las condiciones climatológicas, de la actividad a desarrollar y de otros condicionantes, de manera que todo el personal participante en una misma actividad lleve la misma uniformidad”.

Sólo admite que si un jefe de unidad considera conveniente el empleo de materiales o de equipo diferente, puede elevar al jefe del regimiento una petición “para su expresa autorización”. El jefe de unidad deberá justificar la necesidad de emplear esos otros materiales distintos de los que marca y proporciona el regimiento.

Bripac y Brilat

Las fuentes militares consultadas por ECD señalan que esta instrucción del Regimiento de Infantería ‘Galicia’ nº 64 de Cazadores de Montaña no es un caso aislado.

Una orden similar se ha dado al menos en algunas unidades de la Brigada ‘Almogávares’ VI de Paracaidistas (Bripac), con base en Paracuellos del Jarama (Madrid).

A los paracaidistas se les ha prohibido el uso de botas no reglamentarias, y lo mismo ocurre con pantalones y con portacargadores distintos de los que proporciona la brigada.

Tampoco se permiten los parches, con los escudos y emblemas de las unidades.

Y hace unas semanas, los militares de la Brigada ‘Galicia’ VII (la Brilat, antigua Brigada Ligera Aerotransportada, con base en Pontevedra) recibieron una instrucción con este mismo objetivo: desterrar por completo las prendas de uniformidad, los elementos de protección y otros materiales que los militares se compran por su cuenta para ir más protegidos y más cómodos o contar con mejores prestaciones en una situación de combate.

Todas estas órdenes han provocado malestar entre aquellos militares que llevan años reclamando que las Fuerzas Armadas den un giro a su política de adquisiciones, y apuesten por materiales que de verdad demandan quienes se ponen y utilizan esos materiales, en vez de comprar con unos criterios establecidos en los despachos.

Lamentan que se den pasos atrás, y que cuando en algunas unidades se estaba permitiendo utilizar materiales de mejor calidad y que ofrecen mayor seguridad, pagados por los propios militares, ciertos mandos hayan decidido cortar de raíz con estas prácticas con estas instrucciones que prohíben tajantemente el uso de material no reglamentario.

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