Vea cómo se entrenan en las calles y túneles de Gibraltar los marines británicos que protegen misiles nucleares

El 43 Comando de los Royal Marines llegó en lanchas, se desplegó por la ciudad, escaló el peñón y combatió bajo tierra

Militares británicos por las calles de Gibraltar.
Militares británicos por las calles de Gibraltar.

Varios comandos de militares llegan en lanchas a la costa y se despliegan de noche por las calles de Gibraltar. Van armados con fusiles de asalto, se protegen con chalecos antibala y con cascos equipados con equipos de visión nocturna. Llevan el rostro embozado o cubierto de pintura de camuflaje.

Suben escaleras, se cruzan con peatones por las aceras, despliegan pequeños drones con visión infrarroja, y finalmente se descuelgan haciendo rappel hasta llegar a la entrada de uno de los túneles que horadan el Peñón.

Una vez dentro, se produce el contacto con el enemigo: los militares empiezan a disparar con sus fusiles y con ametralladoras ligeras, hasta que abaten y capturan a varios hombres.

Lo descrito no es ficción, sino el resumen de un ejercicio que se realizó en Gibraltar hace unos meses, y que tuvo como protagonista a la unidad de los Royal Marines encargada de proteger la base naval de Clyde (Escocia), donde se encuentra el arsenal de misiles nucleares del Reino Unido, embarcados en submarinos.

El ejercicio ‘Serpent Rock’ se celebró en la primera quincena de noviembre de 2020, y tanto medios británicos, como del Peñón, como locales del Campo de Gibraltar se hicieron eco de la información y las imágenes que publicó la Royal Navy en su web.

El ejercicio, en vídeo

Tres meses después, el Ministerio de Defensa del Reino Unido ha difundido un vídeo que muestra con detalle cómo se entrenaron, en la colonia británica en la punta sur de la provincia de Cádiz, los marines que custodian las armas nucleares británicas.

El vídeo es obra de BFBS, una productora audiovisual que lleva décadas produciendo contenido sobre las fuerzas armadas del Reino Unido.

“Future Commandos: Why the Royal Marines are Changing”: el título del vídeo apunta a que el objetivo del ejercicio ‘Serpent Rock’ que tuvo lugar en Gibraltar era probar aparatos tecnológicos que la Royal Navy tiene pensado incorporar como equipo de dotación a algunas unidades militares.

Confidencial Digital ha podido saber que el vídeo ha llamado la atención y circula por canales y grupos en los que participan miembros de las Fuerzas de Seguridad y de las Fuerzas Armadas. Asombra sobre todo que los marines británicos se entrenaran por las calles de Gibraltar, aunque fuera de noche, caminando por las calles y junto a numerosos civiles.

 

“Entrenado para operar en áreas confinadas”

Dentro de su misión de proteger los submarinos y las ojivas nucleares del programa Trident en la base de Clyde, el 43 Commando Fleet Protection Group Royal Marines “está entrenado para operar en áreas confinadas y en solitario”, se indica en el vídeo.

Por eso gran parte del ejercicio se desarrolló en los túneles que existen bajo el Peñón de Gibraltar y que controlan los militares británicos. Los túneles se excavaron en los años de la Segunda Guerra Mundial, ante el temor de la colonia británica de recibir un ataque de la Alemania de Hitler.

El vídeo elaborado por la productora BFBS no sigue una estructura cronológica del ejercicio, sino que va saltando de unos momentos a otros del ejercicio.

De la playa a las calles

Los marines llegaron en varias lanchas a las playas de Gibraltar, aunque también utilizaron algunos camiones. Se fueron desplegando por las calles de la colonia en grupos más reducidos, en torno a la decena de militares, si bien en total participaron unos 80 marines, según informó la Royal Navy.

En algunos puntos, los militares pasaron junto a viandantes, personas paseando a sus perros, y algunos coches. Pero el momento elegido para el ejercicio fue la noche, por lo que muchas calles estaban vacías y los marines se desplegaron sin obstáculos.

Por todos estos lugares se movieron siguiendo distintas indicaciones tácticas: se quedaban rodilla en tierra en algunos callejones, subían escaleras revisando las ventanas de los edificios... todo ello con la idea de entrenar las patrullas y los movimientos en escenarios estrechos, donde poner a prueba la agilidad y el sigilo.

Como se ha indicado, los marines iban equipados con uniformes de camuflaje, cascos equipados con equipos de visión nocturna, chalecos antibala, equipos de radio y fusiles de asalto C8.

Drones con visión infrarroja y robots

Dos novedades que probaron los militares británicos en Gibraltar fueron los drones con cámaras térmicas y los robots terrestres “Throwbots”.

Los comandos contar con pequeños RPAS, que iban equipados con cámaras de infrarrojos. Con ellos, los responsables de cada comando pudieron barrer las zonas por las que tenían que pasar: desde el aire recibían imágenes térmicas de cuántos enemigos (simulados) había en los lugares que tenían que asaltar.

Los drones también les sirvieron para orientarse a la hora de decidir la vía de entrada por el Peñón -se descolgaron haciendo rappel- a los túneles señalados en el ejercicio.

También probaron los “Throwbots”. Se trata de robots terrestres, algo similares en aspecto a un coche de radio control, que se deja en el suelo y que es dirigido por control remoto al interior de una habitación o cualquier lugar en el que no se sepa si hay fuerzas enemigas. El robot tiene también cámaras que transmiten en directo lo que captan.

Las imágenes de los drones y los robots se envían al “Android Team Team Awareness Kit” (ATAK), una tableta electrónica que porta el jefe de cada equipo y en la que recibe información clave para conocer mejor el “campo de batalla”.

Combate en los túneles del Peñón

Tras atravesar el casco urbano de Gibraltar y escalar el Peñón, los marines llegaron a la entrada de uno de los túneles. Protegidos por unos escudos balísticos, otro de los elementos a probar en el ejercicio, abrieron la verja y se internaron por las galerías abiertas en la roca.

En pequeños grupos, y protegidos por esos escudos balísticos, los marines británicos avanzaron por las galerías. Finalmente empezó el fuego con quienes hacían de enemigos en este ejercicio. Abatieron a varios, capturaron a otros, e incluso utilizaron una ametralladora ligera, y no sólo los fusiles de asalto.

Desde la Royal Navy destacaron que los túneles del Peñón de Gibraltar permitió a los marines entrenarse en condiciones difíciles de recrear en otros lugares: bajo tierra, con calor, poca luz, dificultades en las comunicaciones por radio, con recovecos en los que se pueden esconder los enemigos...

Los organizadores del ejercicio ‘Serpent Rock’ se mostraron encantados con la disposición de las autoridades de la colonia, que les habían facilitado entrenarse prácticamente donde y cuando quisieron los militares: les dieron a elegir cualquier punto de la costa para desembarcar con las lanchas, pudieron escalar acantilados, que no son zonas tradicionales de entrenamiento militar, les permitieron desplegarse por las calles de la ciudad sin problemas..

A eso se añade las posibilidades que ofrecen los túneles del Peñón para ejercitarse en ambientes con poca luz y bajo tierra, que encajan en las tareas de protección que dan estos marines en los silos de misiles nucleares de la base naval de Clyde.

Además, valoraron de forma muy positiva que en Gibraltar pudieron combinar un desembarco anfibio de los comandos, la escalada por zonas montañosas, el combate urbano y el subterráneo, todo ello necesario para el adiestramiento del 43 Commando Fleet Protection Group Royal Marines.

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