Zapatero juega con los españoles y ETA no muda su piel de serpiente a pesar del “talante”, pero la última palabra no es de ninguno de los dos
Esta página web me ofrece la oportunidad de denunciar algo que está en boca de todos los españoles, creo, después de los últimos acontecimientos. Zapatero cree que los españoles somos unos juguetes, ETA no cambiará de piel pues sigue siendo la misma de siempre y, tomen nota, la decisión sobre el fin último de la banda terrorista y del futuro de José Luis Rodríguez Zapatero, no dependen de ellos sino del pueblo.
Ha quedado patente el modo en que ha actuado el Gobierno socialista en todo lo que respecta al mal llamado ‘proceso de paz’. El resultado, un atentado terrorista que parece haberse saldado con la muerte de dos personas. La prensa se empeña en llamarlos desaparecidos, pero el agujero de 60 metros de diámetro de la explosión de la Kangoo es suficientemente gráfico sobre la situación real.
Zapatero, el pasado 29 decía que dentro de un año la cosa iría mejor. Y puede que hasta tenga razón. Se me ocurre una moción de censura y, si se adelantaran las elecciones, el asunto podría ir a mejor si los españoles nos damos cuenta de que ha estado jugando con nosotros. Creo que no somos juguetes aunque seamos a veces muy manipulables. No se divierta de esta manera, Sr. Presidente.
ETA es la misma de siempre. No ha mudado de piel. Las mismas reivindicaciones, los mismos muertos encima de la mesa para amedrentar... Así, no. La serpiente terrorista volverá a atacar. No seamos ingenuos. ¿Ha pecado este Gobierno de ingenuidad? Yo sí por creer que esto del ‘talante’ mejoraría las cosas.
Mi denuncia, por tanto, hace un llamamiento general del sentido común. Todo esto terminará si se golpea con fuerza a ETA –la Justicia tiene que ayudar más con leyes severas y urgentes y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen que recibir órdenes de no dejar escapar oportunidades- y los ciudadanos aprendemos que está en nuestras manos que esto cambie en las próximas elecciones. Pero tampoco nos engañemos. Hay un precio que podríamos pagar de tomar alguna decisión más contundente. Más muertes, para variar. Eso sí, ¿estaría usted dispuesto a soportarlo? Entre todos, podemos acabar con ETA. Con los verdaderos vascos, se podrá hablar entonces aunque de otra manera.
