La justicia gratuita. Al menos así le sale a algunos encarcelados, que hacen uso y abuso de ella, sin ningún tipo de responsabilidad

Hace unos días, (26/09/2011) se celebró en uno de los juzgados de Manzanares (Ciudad Real), la vista oral por unos hechos ocurridos en el Centro Penitenciario de Herrera de la Mancha, el 08/09/2008. Estos hechos fueron básicamente así.

“Sobre las 10.00 cuando se procedía al reparto de la metadona, en la ventanilla que hay al efecto de esa atención en el hall de uno de los módulos residenciales de ese centro penitenciario, y enfrente de esta, hacia el final de la sala comedor, se produce una pelea entre dos internos de apellidos P.C. y A. G., en ella se acometen violentamente, incluso utilizando P. C. , para golpear una muleta que previamente ha sustraído a otro interno. Esos dos internos son reducidos por los funcionarios que se encuentran de servicio, y trasladados inmediatamente al departamento de aislamiento A.G. y a enfermería PC, puesto que presenta una dentellada en el antebrazo, que parece bastante seria. Aduciendo que ha sido mordido por el otro interno. Donde se le practica la cura pertinente y luego pasa también a aislamiento”.

Tres años después se tramita un juicio de faltas por lesiones, en el que el denunciante es P.C. y el denunciado A. G. que ha sido excarcelado hace apenas una semana.

También acuden como testigos los funcionarios intervinientes en aquella pelea, y aquí es donde queremos llegar. Estos funcionarios, tienen que presentarse a declarar en el juicio, uno de ellos desde el mismo centro penitenciario, pues el día de la vista está de servicio de nuevo, pero el otro, hace tiempo ha dejado de ser funcionario penitenciario, ahora trabaja para otra administración en otra provincia lejana, y se desplaza desde cientos de kilómetros, En ambos casos están dejando sus puestos de trabajo para atender obligaciones públicas, y en el caso del segundo funcionario, devenga además derechos y gastos de dietas y traslado, dejando además de realizar las funciones que tienen asignadas, para atender el asunto judicial.

Una vez pasan los internos a la sala de vistas, al poco, sale el agente judicial y les dice a los funcionarios que se pueden marchar, que ambos internos han llegado a un acuerdo y no es necesario el testimonio que fueran a prestar.

Aquí es donde vamos, si A.G. salió de prisión el 19 de septiembre, sólo han podido ponerse de acuerdo en el patio de la cárcel. Pero olvidaron decírselo a nadie, ni a funcionarios penitenciarios, ni al juzgado ni a nadie. Y así, el sistema moviliza y gasta sus recursos, para algo que se ha arreglado en el patio de una cárcel entre las dos partes, para un simple juicio de faltas, y nadie dice nada para que el juzgado no celebre la vista, no se cite a los testigos, y no se desplacen a declarar, produciendo un pequeño, pero otro gasto más innecesario a la administración.

Otra vez más, algunos internos salen doblemente caros. Y nadie hará nada, no les pedirán responsabilidades, ni siquiera les recriminarán una utilización indebida de recursos públicos, y otra vez, el Estado se hace cargo de la factura. Me parece indignante. Debería de exigírseles responsabilidad a estos dos señores.

 

Video del día

Marta Rovira confirma que negocia con Sánchez
un referéndum de independencia para Cataluña
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato