Algo huele a podrido en el reciclado de basuras por el que apuesta Bildu: me niego a hacerles el trabajo sucio

Evidentemente. Pero este olor fétido no es por los “días de espera” que habrá que tener los residuos orgánicos en casa, que también; ni por los “arbolitos de navidad con sus adornos” que veremos colgados permanentemente por todas las calles. El tufillo me viene al husmear la inclinación política de los que están al frente en las empresas de reciclado y compostaje. Está visto que en política piensa mal y acertarás sólo la mitad del chanchullo (la otra mitad está a salvo en las Islas Caimán). Bildu nos quiere imponer por la vía autoritaria Franquista –la que tanto odiaban-, una medida que se usaba en el Medievo: “¡mierda vaaaaa!”. Si por ellos fuera, seguiríamos viajando en carros de bueyes y nos comunicaríamos con txalaparta sin wifi. Pues lo siento, pero yo como ciudadano me niego a hacerles el trabajo sucio a estas empresas de reciclaje para que se ahorren puestos de trabajo, y encima nos suban el impuesto de basuras. Mucho afán ponen en el “puerta a puerta” como para que no haya gato encerrado en forma de comisiones. Como Bildu ha llegado el último a las instituciones le han dejado las migajas del pastel: el reciclado y compostaje. Unos, con el tema del terrorismo ya sacaron tajada con empresas de seguridad y blindajes. Otros manejaban las Cajas de Ahorros. Y hubo algunos que se dedicaron a “llevarse bien” con las constructoras para enladrillar solares y especular con el suelo. Eso sí eran unos buenos “pelotazos”. Estos de Bildu todavía están en pañales.