La odisea de renovar el DNI: las largas colas en las comisarías impiden que pueda renovar mi documento

Llevo un tiempo con mi Documento Nacional de Identidad (DNI) caducado. Vivo en la capital y acudo a varias comisarías céntricas con el objetivo de renovarlo. Pero el agente de turno me indica que debo hacer una cola y que cada día reparten cuarenta números.

“¿A qué hora puedo venir para que me garanticen entrar entre esos cuarenta primeros?”, pregunto. “A las 7 de la mañana ya hay gente haciendo cola”, me responde el funcionario. Las puertas se abren a las 9.

La solución: pedir permiso en mi trabajo para poder renovarme el DNI. Creo que las partidas de agentes extra destinados a estas funciones que dispuso el Ministerio del Interior no son suficientes.

Las comisarías siguen abarrotadas y lo peor de todo es que yo sigo sin tener mi DNI en vigor, lo que implica que en algunos establecimientos ya me hayan denegado el pago con tarjeta de crédito.

Hacen falta más agentes y más medios, al menos, temporalmente.