¿Para qué sirve el Defensor del Cliente del BBVA?

En el actual concepto del fútbol total, un defensor debe subir al ataque en cuanto tenga oportunidad. Muchos defensas marcan goles habitualmente, tenemos ejemplos a porrillo. Si un defensor defiende bien pero no ataca, acabará en el banquillo y, luego, con la carta de libertad, por decir un eufemismo.

¿Alguien entiende, entonces, que un defensor ni defienda ni ataque y siga cobrando?

Pues yo conozco a uno: el mal llamado Defensor del Cliente BBVA. Ha de contestar inmediatamente a las quejas dándole fecha de entrada. No lo hace. Ha de solucionar a favor o en contra en solamente dos meses. No lo hace.

El 1 de febrero de 2012 le presenté siete reclamaciones individualizadas, con mucho orden, bien documentadas y argumentadas, y ha pasado un año sin que se digne contestar ni siquiera conforme las recibió. Suerte que tengo el acuse de recibo de Correos. Insistí en cartas de mayo, junio y julio de 2012. Nada.

Esta persona debiera calentar banquillo u obtener, directamente, la carta de libertad.

Sinceramente, pienso que en estos tiempos sobran personas que no se cuidan de su trabajo y no cumplen con sus propias normas. Como no quiero caer en la paranoia y el BBVA es muy grande, imagino a otros clientes en mi misma situación. Les animo a denunciarlo, si es así.

Señor Director, en mi interior seguiré luchando contra la tentaciones de creer que esta persona actúa con prepotencia, ninguneo e impunidad.

Firmado. Un Indefenso.