Cinco destinos para practicar el slow travel. A relajarse

Actualmente se vive rodeado de multitud de objetos. Cuanto más se tiene más se quiere y, por supuesto, se quiere cuanto antes.

Cinco destinos para practicar el slow travel
Cinco destinos para practicar el slow travel

Lo mismo ocurre con las experiencias. Todo es a gran velocidad, lo que provoca que en muchas ocasiones la verdadera esencia y lo importante se desvanezca. Y es que, el irse de vacaciones, a veces, parece más una competición por ‘no perderse nada’ que de unos días libres en los que disfrutar de las horas.

“Estoy más cansado de las vacaciones que cuando me fui”. Esta es una frase que se escucha repetidas veces cada vez que llegan los meses de verano, invierno y los puentes que están repartidos por el resto del año.

Escaparse algún fin de semana a alguna ciudad europea resulta un rally de actividades programadas y un sentimiento de culpabilidad si “no se ha visitado algunas de las cosas que sí o sí había que ver”. Y es que, la realidad es que actualmente se vive de forma muy intensa en cada uno de los ámbitos de la vida, y cuando los viajeros se van de vacaciones, no es una excepción.

Sin embargo, desde hace algún tiempo, los viajeros han dicho “basta”, dando lugar a una alternativa y una nueva forma de viajar, el slow travel. Se trata de una nueva forma de pensar el turismo, originado en Italia. En un primer momento se fijaron en la comida para reivindicar la gastronomía autóctona, sin embargo, el movimiento fue ganando peso en el resto de aspectos de la vida occidental hasta llegar al turismo y a esa idea de realizarlo despacio.

A pesar de lo que muchos puedan creer, esta filosofía no tiene edad y lo que busca es que se encuentre la esencia de los lugares que se visitan. Para ello necesitamos tiempo, por lo que la estancia deberá ser de más de tres días.

Por supuesto, el slow travel incluye conocerse a sí mismo y conocer también a las personas que nos rodean durante esos días. Por ello, cualquier actividad más allá de las convencionales o una buena charla será perfecto para llevarlo a cabo. Eso sí, todo ello realizado siempre con el mayor respeto.

De esta forma, parece que las vacaciones hoy en día tienden más a desconectar y reservarse un poco de tiempo para estar consigo mismo y con las personas que nos rodean y nos importan, para disfrutar de lo que a muchos les gusta denominar ‘tiempo de calidad’.

Y es que, estos planes no son tan complicados de llevar a cabo. Desde La Buena Vida proponemos cinco destinos para llevar a cabo este slow travel y volver totalmente renovado de las vacaciones.

1. Dormir en una casa del árbol

Quién no ha soñado alguna vez con dormir en una cabaña en lo alto de un árbol -como en las películas americanas-.  Pues bien, existe un pequeño complejo en Gerona llamado Cabanes Als Arbres en el que los huéspedes podrán disfrutar de esta experiencia. 

 

Accederán a ella a través de un puente colgante o de una escalera y podrán experimentar la tranquilidad de la noche y de la mañana escuchando el canto de los pájaros y el silencio. No obstante, existe una masía en la que encontrar cualquier tipo de servicio.

Además, en el momento de abrir los ojos, recibiremos en una cesta el desayuno en las cabañas para completar así la experiencia. Posteriormente existe la posibilidad de realizar multitud de actividades en las que estar en contacto con la naturaleza como montar en bicicleta o disfrutar de un baño al aire libre.

El precio de este pequeño remanso de paz es de 120-140 euros, dependiendo de la temporada en la que se viaje.

2. Camino de Santiago

Este viaje a Galicia cumple casi con la totalidad de las premisas del slow travel. Disfrutar del entorno, largos paseos, conocer a las personas que te rodean y sobre todo encontrarse a sí mismo.

Las opciones para recorrer el Camino de Santiago son múltiples y se escogerá el recorrido adecuado dependiendo de la forma física de cada persona y sus preferencias.

Durante el camino, los diferentes albergues así como el resto de oferta turística y gastronómica están enfocados al concepto de viajar despacio y disfrutar de ese momento. El único consejo es no obsesionarse con las etapas y realizarlo de forma tranquila y sin obligaciones.

El presupuesto para este viaje es algo más ajustado pudiendo encontrar habitaciones por muy poco dinero.

3. Marina d’Or y su balneario de agua termal 

Una opción para una escapada y unirse al movimiento slow travel es viajar a Marina d’Or, complejo ubicado en Oropesa del Mar (Castellón). Ahí se tendrá acceso al mayor balneario científico de agua marina en Europa para poder beneficiarse de todas las propiedades relajantes, terapéuticas y estéticas del agua de mar.

Gracias a sus 192 tratamientos y su extenso circuito de piscinas termales, jacuzzis, duchas, baños de vapor o flotarium se podrá desconectar y volver a conectar con uno mismo para volver de las vacaciones sin tener que decir ‘la frase’ de no haber descansado. Los masajes y sus diferentes técnicas serán los únicos pensamientos durante esos días.

Los precios para esta experiencia en el balneario son 37 euros las personas adultas por tres horas y 29 euros para los niños. No obstante, en el caso de que se decida disfrutar de la experiencia completa, Marina d’Or pone a disposición diferentes planes en los que disfrutar de alojamiento y acceso al balneario desde 147 euros dos noches con régimen de pensión completa y un tratamiento en el centro de belleza y estética.

 4.  Un viaje por el norte de Portugal

Un road trip (viaje en coche) por el país vecino no suena nada mal y sobre todo si en esa ecuación se introduce visitar algunas de las bodegas de mayor calidad de Portugal.

La agencia Con Calma Viajes ha diseñado todo un itinerario para llevar a cabo esta filosofía durante 8 días por 510 euros y visita a tres bodegas. Esta última posee también una amplia oferta de viajes para llevar a cabo el slow travel,  no sólo por la península, sino también por Estados Unidos o el Sudeste Asiático, entre otros lugares.

5. Escoge un hotel y ten tu experiencia slow travel

Boutique Hotels Spain pone a disposición de los viajeros una selección de complejos con encanto distribuidos por España para que se disfrute de este nuevo tipo de turismo. El objetivo de esta empresa es aportar un toque personal para que el viaje se convierta en una experiencia única e irrepetible.

Durante sus estancias se pueden contratar diferentes experiencias donde se combina el relax así como una actividad que ofrece el mar, la montaña o el cielo. Por ejemplo, existen estancias que incluyen paseos en globo,  una salida a caballo, un paseo en bicicleta por la sierra,  masajes faciales y rituales a base de chocolate y rosas entre otros. Sólo se tendrá  que escoger aquel plan y destino con el que te sientas más identificado.


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