Los rendimientos de los alquileres de larga duración pueden aplicarse una reducción de hasta el 60% en la declaración del IRPF

Alojarse en un apartamento turístico durante las vacaciones es una opción cada vez más recurrente para los viajeros. La principal ventaja
respeto a los alojamientos más habituales -como hoteles o pensiones- es
la flexibilidad que ofrecen: existen inmuebles de todas las medidas, a
precios diversos y con localizaciones muy variadas. 

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Alquiler piso

Además, hay infinidad de aplicaciones móviles y páginas web que facilitan la conexión entre arrendatario y arrendador. Para los propietarios, a su vez, poner un piso turístico en alquiler en el mercado representa una alta rentabilidad. Según la abogada de la compañía de Defensa Jurídica, ARAG, Montse Martín, en este tipo de contratos la renta se pacta por días y "por esta razón se acostumbran a recibir ingresos más elevados que los que se consiguen con un alquiler de vivienda habitual". Pero no es oro todo lo que reluce. Así que antes de decantarse por un tipo de alquiler u otro cada propietario deberá analizar las características de su vivienda.

Una alta ocupación, básico para tener una rentabilidad

Según Martín, debe tenerse en cuenta que "la alta rentabilidad se
consigue si se ocupa la vivienda la mayor parte del tiempo y esto
depende de la zona donde esté situada". Es decir, si el inmueble está
ubicado en un barrio menos céntrico es probable que a su propietario le
resulte más rentable tener un inquilino de larga duración.

La tributación de una vivienda turística es diferente

La tributación del alquiler de la vivienda también es diferente entre
uno y otro tipo de arrendamiento. Según la abogada de ARAG, "los
alquileres de temporada se tienen que declarar en el Impuesto de la
Renta como rendimientos de capital inmobiliario sin poder aplicarse la
reducción del 60% en el rendimiento neto, hecho que sí se contempla en
el caso del alquiler de vivienda habitual".

Hay que cumplir con la legislación

Martín indica que "la carencia de una legislación global sobre
alquiler turístico genera un caos legal que ha supuesto el inicio de
normativas propias en las comunidades autónomas". Así, cualquier
propietario que quiera alquilar su piso como turístico, primero de todo
deberá informarse sobre los requisitos que pide su comunidad autónoma.
Lo más común es que le pidan realizar una declaración responsable e
inscribirse en el registro establecido a tal efecto. Actualmente
-especialmente en las grandes ciudades- es muy habitual exigir también
licencias municipales.

Y, si no se cumple con la ley, los propietarios se exponen a sanciones
como multas, apercibimientos, cierre temporal de la actividad o cierre
definitivo y retirada de la licencia, según la gravedad.

¿Cuáles son las obligaciones del propietario?

Aparte de tener al día la licencia, el propietario de un piso
turístico está obligado a publicitar los precios, señalizar el piso
con el distintivo de piso turístico, hacer el mantenimiento de la
vivienda, tener en ella todos los elementos necesarios para que sea
habitable, así como realizar los servicios de lavandería y limpieza.
Además, también debería publicitar el número de registro del piso
como vivienda turística.

En el caso de los inquilinos, se les recomienda siempre tener firmado un
contrato y conocer los datos de los propietarios por si fuera necesario
hacer alguna reclamación. En caso que se vean obligados a hacerla, los
arrendatarios tendrán derecho la indemnización correspondiente por el
incumplimiento realizado.

 

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