Cinco viajes por el mundo para descubrir la historia de España

Fuera de las fronteras de España existen lugares que han marcado la historia española. Destinos interesantes para el denominado ‘turismo histórico’, aquel que busca recorrer y conocer in situ puntos geográficos que en su día fueron claves en la creación del Imperio Español.

Estos son cinco de ellos:

--Cartagena de Indias: la ciudad costera colombiana fue fundada por el madrileño Pedro de Heredia en 1533. La huella de siglos de dominación española es completamente visible hoy en día. Pero sin duda destaca por ser el lugar donde se forjó la leyenda del almirante Blas de Lezo, que en 1741 se enfrentó al asedio de la flota del almirante inglés Vernon, que le superaba ampliamente en número de tropas. Allí se encuentra el Castillo de San Felipe de Barajas, desde donde el héroe español, denominado ‘medio hombre’ por sus múltiples heridas en combate, daba órdenes a sus tropas.

Actualmente, la compañía Iberia vuela de Madrid hasta Cartagena de Indias varios días a la semana. El precio del vuelo está en torno a los 800 euros.

--Baler, Filipinas: Baler es una localidad costera de la Isla de Luzón, al norte de Filipinas. Fue precisamente el lugar donde se popularizó la figura de ‘Los últimos de Filipinas’: un grupo de 50 soldados españoles que resistieron durante cerca de año, sin víveres y casi sin munición, los ataques de los katipuneros –el grupo rebelde filipino por aquel entonces-. Lo hicieron atrincherados en la Iglesia de San Luis de Tolosa de Baler, aún en pie hoy en día. Baler es actualmente un destino turístico para los amantes del surf, ya que está rodeada de playas idóneas para la práctica de este deporte. Pero también hay un museo donde se recuerda la épica hazaña de estos 50 soldados españoles.

Varias operadoras conectan Madrid con Manila, la capital de Filipinas, desde donde se puede coger un autobús que por 10 dólares lleva hasta Baler.

--Annual, Marruecos: entre julio y agosto de 1921, las tropas españolas sufrieron una dura derrota en el Rif, Marruecos. De los 18.000 militares españoles, cerca de 10.000 resultaron abatidos por las fuerzas del rebelde Abd el-Krim. El conocido como ‘Desastre de Annual’ fue la causa política principal de la llegada al poder de Miguel Primo de Rivera. En la zona de Annual no hay prácticamente nada más que desierto montañoso en la actualidad –en la loma donde se encontraba el campamento español-. Pero a sus alrededores existen multitud de poblaciones donde aún quedan vestigios del pasado colonial español, entre ellos varios cuarteles de la Legión.

El viaje puede hacerse en autobús o coche desde Melilla, pasando por Nador, en el camino inverso que recorrieron los militares españoles en su retirada.

-- La antigua Tenochititlan: situada donde actualmente se encuentra Mexico D.F, Tenochititlan era la capital azteca hasta el siglo XVI. En 1521, el conquistador Hernán Cortés –tras varios años de treguas y tensiones- entró en la ciudad junto a su ejército y derrotaron a los guerreros de Cuauhtémoc, el último jefe azteca de la ciudad. Terminaba así el Imperio Azteca y comenzaba la época de dominación colonial española. La ciudad fue poco a poco destruida, aunque aún se conservan vestigios y ruinas de entonces –y cada vez se van descubriendo más-. El mayor referente es el Templo Mayor, cuyos muros aún pueden visitarse en Mexico D.F, cerca de la catedral.

-Breda: la pequeña localidad holandesa, de poco más de 170.000 habitantes, fue protagonista en 1625 del denominado asedio de Breda, durante la Guerra de los Ochenta años en Flandes. Los tercios españoles sitiaron Breda y terminaron conquistándola bajo el mando del general español Ambrosio Spínola, uno de los grandes jefes militares de la Edad de Oro española. La rendición de Breda fue posteriormente inmortalizada en el arte español, como en el óleo de Diego Velázquez que lleva el mismo nombre y que puede visitarse en el Museo del Prado. En el museo de Breda se encuentran actualmente numerosas pinturas, banderas y piezas de la época.

Breda se encuentra a 105 kilómetros de Amsterdam (Holanda) y a 100 de Bruselas (Bélgica), ambas capitales unidas con Madrid y Barcelona por aerolíneas ‘low cost’. Desde allí a Breda es posible llegar en tren en un trayecto de apenas una hora.