Las consultoras, Accenture, Deloitte, KPMG, Mckinsey, se frotan las manos a la espera de que les encarguen reestructurar el ‘sector público local’
Las grandes consultoras instaladas en España esperan como agua de mayo que las administraciones públicas les llamen para ocuparse de hacer el ajuste y la reestructuración del sector público, tanto de la administración central como en autonomías y ayuntamientos. Habrá mucho dinero para ese encargo.
Firmas como Accenture, Deloitte, KPMG, Mckinsey, etc., se ocuparán en su día de reconvertir las más de 3.500 empresas públicas que existen en España, un número que se califica de astronómico en fuentes del sector consultadas por El Confidencial Digital.
Aunque los datos son poco conocidos, la realidad es que hay empresas públicas para todo, incluyendo las cosas más inverosímiles y peregrinas, como la famosa Agencia de Fomento del Flamenco, en Andalucía, de la que salió la ministra Aído.
Buen número de esas empresas públicas se han convertido en montajes para ubicar amigos, funcionarios de partidos, ex cargos políticos descolocados, parientes, primos y demás familia.
Existen también docenas de ‘embajadas’ de comunidades autónomas, fundaciones y patronatos de todo tipo en autonomías y municipios, en las que muchas corporaciones esconden sus cuantiosos déficits para tratar de engañar a Hacienda, que es quien debe controlar que no se salten el Pacto de Estabilidad a que obliga Bruselas.
Dada la situación de crisis, se avecina un gran recorte en la superestructura de empresas, patronatos, fundaciones, que ya no se puede sostener. Será preciso racionalizar compras, controlar con detalles el gasto hasta el céntimo, auditar la eficiencia de los funcionarios (su productividad es muy baja) y revisar la utilidad y eficiencia de muchos servicios públicos, sin descartar introducir más copago de algunos servicios para cortar abusos de los ciudadanos (por ejemplo, en la dispensación de fármacos).
La llamada empresa ‘España S.A’, es decir el sector público, va a entrar en reconversión como consecuencia de la crisis, y las fuentes del sector consultadas apuntan que hay tarea para varios años.
Algunas grandes consultoras ya están trabajando silenciosamente, desde hace meses, en ciertas autonomías, planteando, por ejemplo fusiones de empresas públicas que están duplicadas o se pisan las actividades, eliminando personal, sustituyendo plantilla por sistemas y aplicaciones informáticas.
Estos días se ha celebrado en Madrid un seminario off the record, organizado por una consultora, sobre “El estado del sector público, de la complacencia al ajuste duro”, en la que quedó claro que la reconversión va en serio, lo cual significará un buen negocio. En realidad el titulo del seminario era “Sector público: Se acabó la sopa boba”.
