‘Alerta morosos’. La crisis ha reducido el ‘índice de cobrabilidad’ de las deudas y ahora se tarda un mes en recuperar el dinero

La crisis está acortando los períodos de recuperación de impagos: se está pasando de los tradicionales 90 días de cortesía entre empresas, a los quince que esperan dentistas, veterinarios o gestores de hospitales privados antes de perder la esperanza de cobrar sus deudas.

Expertos del sector asegurador confirman en El Confidencial Digital que la crisis financiera y de crédito se está dejando notar “cada vez más y más rápido” a la hora de cobrar deudas o gestionar a los clientes morosos.

Pere Brachfield, experto en morosología y profesor de EAE Business School, explica en este confidencial que el conocido como ‘índice de cobrabilidad’ –que mide el período en el que es posible cobrar los impagos- se está acortando a marchas forzadas en los últimos meses. 

Este período, en épocas de estabilidad y bonanza económica, está en torno a los 90 días, explica Brachfield. Se refieren en este caso a las deudas contraídas entre empresas, ya que según especifica este experto, este problema no existe en deudas bancarias, como las hipotecarias, en las que la deuda se acumula.

De la misma opinión son en Crédito y Caución, empresa especializada en la gestión de riesgos, cuyos expertos señalan que el 50% de sus clientes tarda más o menos tres meses en cobrar lo que le deben. Será el caso, por ejemplo, de las empresas del Ibex, que tendrán que hacer frente en los próximos meses al pago de deudas por un total cercano a los 23.500 millones de euros, según adelantan fuentes financieras.

Quienes viven de la formación, impartiendo seminarios, conferencias o clases, “pierden las esperanzas a los 20 días de retraso en el cobro de sus emolumentos”, comentan fuentes del sector.

Caso distinto es el de los profesionales que se dedican al sector servicios, donde se tarda menos en perder las esperanzas de recuperar las deudas de sus clientes o usuarios. “Las compañías que se dedican a comercializar intangibles, lo tienen más difícil”, explica Brachfield.

El caso más extremo sería el de las clínicas odontológicas, hospitales privados o incluso servicios de atención veterinaria, donde hasta los diez días de haber prestado un servicio de pago a crédito o fraccionado, “aún se piensa en poder cobrar”.

Pasados unos 45 días, el efecto psicológico de alivio que experimenta el deudor disminuye al resolver su problema (de salud, en este caso), y con él, las posibilidades de que tenga urgencia por pagar el servicio prestado, apunta el experto.

Otro de los sectores en los que ‘cunde el desánimo’ más rápidamente es el de proveedores y subcontratas relacionadas con la construcción. “A partir de los tres meses, se requiere un esfuerzo mayor para lograr cobrar las deudas, y si no se consigue obtener alguna garantía bancaria o reconocimiento de deuda, el porcentaje de tiempo invertido en estos procesos se dispara”, asegura el experto en morosología.

 

Por eso, concluye Brachfield, lo recomendable es conseguir “como sea” cobrar durante los primeros días desde el vencimiento del plazo estipulado para el pago.

Tal y como se adelantaba en estas páginas, y de acuerdo con empresas dedicadas a la gestión integral de recobros, lo “normal es que se consiga cobrar entre un 70% y un 85% de las deudas–léalo aquí-.

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