El hombre clave en la ‘guerra energética’ es ahora Juan Luis Arregui, presidente de Ence y mediador entre ‘los Albertos’, Florentino Pérez y Galán

Juan Luis Arregui fue el fundador de Gamesa. Es considerado un hombre discreto, enemigo de las fotos y de la notoriedad, gran amante de la caza y los negocios, sus dos aficiones principales. Desde el pasado 12 de abril, es el nuevo presidente de la papelera Ence y llamado a jugar un papel crucial en el pulso energético español que se acaba de desatar.

Al empresario vasco, famoso por su gran visión de los negocios, todo este protagonismo le viene en este caso por sus excelentes relaciones, personales y accionariales, al más alto nivel con los principales actores de la guerra energética desatada en España de un tiempo a esta parte.   Hay que tener en cuenta, en primer lugar, que Arregui es el segundo máximo accionista de Ence con la empresa patrimonial Retos Operativos XXI. Posee un 14,8% de la compañía, por detrás de Arcor Holding, propiedad de Alberto Cortina y Alberto Alcocer, que posee un 15% del capital: una participación valorada en unos 200 millones de euros.   “Los Albertos”, por su parte, mantienen una estrecha relación con Florentino Pérez a través de ACS, la constructora en la que cada uno tiene una parte accionarial significativa: 12% para Cortina y Alcocer y 9,53% para el ex presidente del Real Madrid.   La última pieza del puzzle la integra el propio Juan Luis Arregui que, además de ser el segundo accionista de la papelera Ence, es el mayor accionista individual de Iberdrola, con un 1,8%, lo que le permite ser el vicepresidente de la eléctrica que dirige Ignacio Sánchez Galán. Ambos son grandes amigos y comparten la afición por la caza.   El círculo se cierra con un dato significativo y apenas conocido. Según informaciones recogidas por El Confidencial Digital, Sánchez Galán es, a su vez, el máximo accionista, a título individual, de Ence, algo no reconocido de manera oficial pues al no superar el 5% de los títulos, Galán no está obligado a hacer pública esa participación.   De hecho, según los datos que maneja ECD, el presidente de Iberdrola estuvo a punto de convertirse en consejero de la papelera, un deseo frustrado por motivos de incompatibilidad. Fue entonces, una vez desechada esta posibilidad, cuando se decidió no hacer pública la compra.   De esta manera, Ence se ha convertido –como decimos- en pieza clave de la batalla energética. Podrá ser moneda de cambio, entrar en una operación con Unión Fenosa-Iberdrola...

 

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