Arturo Fernández está amortizado ya en la cúpula de la CEOE: su salida es cuestión de días. Rosell no quiere a nadie con sombras de sospecha a su lado

La cúpula de la CEOE da por amortizado a Arturo Fernández como vicepresidente de la patronal, según medios del aparato de la organización. Dure lo que dure su período de reflexión ya no tiene sitio en la cúpula empresarial. La patronal no está dispuesta a tener otro escándalo y su presidente, Juan Rosell, ha marcado distancias con él.

Fuentes empresariales a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital cuentan que el presidente de la CEOE no le defendió en la última Junta Directiva, celebrada hace varios días, y que los compañeros de Junta se limitaron a escuchar sus explicaciones mientras al menos tres grupos pidieron sin más que se marchara: la patronal química, los grandes almacenes y algún otro sector le invitaron directamente a dimitir.

Sin esperar a la imputación

El aparato de CEOE da por dimitido ya a Fernández, dure lo que dure la etapa de reflexión que se ha tomado, una comedia para no dar espectáculo. La patronal no va a esperar a que se le impute un delito, ni siquiera en el hipotético caso de que los trabajadores que le han denunciado terminen por no mantener ante la inspección de Trabajo y ante el juez la imputación de que cobran en dinero negro.

Esa posibilidad es real, ya que resulta frecuente que los denunciantes no sostengan sus declaraciones porque no lo pueden corroborar. No es fácil demostrar que cobran dinero negro, pero además pueden tener ellos mismo problemas con Hacienda si ha transcurrido mucho tiempo recibiendo dinero y no lo han declarado, ya que habrían cometido fraude fiscal.

Tampoco la CEIM

Arturo Fernández tampoco cuenta con el respaldo unánime de su patronal CEIM, de la que es presidente. Aunque la directiva se ha alineado con él y ha mostrado en público su respaldo, hay sectores, como el Metal, que quieren que dimita ya sin esperar a nada.

Han aparecido grietas en la cúpula de la patronal madrileña y en los próximos días varios sectores empezarán a filtrar que quieren que dimita.

La protección de Esperanza Aguirre no es ya ninguna garantía, pese a que Arturo Fernández fue promovido por ella a la presidencia de la CEIM y de la Cámara de Comercio de Madrid.

Ajustar cuentas

 

Algunos sectores podrían aprovechar la caída en desgracia de Arturo Fernández para ajustar cuentas con él. El empresario hostelero ha acumulado mucho poder e influencia en los últimos años en Madrid, y eso suscita envidias entre los empresarios.

Sin ir mas lejos, hay sectores de la hostelería, sus propios compañeros de gremio, que sienten una profunda aversión hacia Arturo, al que acusan de “acaparamiento de negocios” vinculados a la política y a las administraciones, con practicas de lobby muy particulares para conseguir contratos como el catering en Moncloa, los del Congreso, el Senado y el Palacio de Congresos, y un largo etcétera de organismos y empresas públicas.

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