El informe del Banco de España sobre la difícil situación del Banco de Valencia está listo: no lo publicará hasta después del 20-N para no interferir en el proceso electoral
Fernández Ordóñez ya tiene el informe definitivo sobre la inspección al Banco de Valencia encima de su mesa. Sin embargo, no está previsto que vea la luz hasta pasadas las elecciones del próximo domingo. El supervisor ha decidido no interferir en la campaña y esperará a que se celebren los comicios para hacerlo público. Mientras, Rodrigo Rato ya se está moviendo para vender la entidad valenciana.
Según ha podido saber El Confidencial Digital por fuentes financieras, los técnicos del Banco de España han terminado ya de analizar los datos y balances del Banco de Valencia para esclarecer el agujero exacto existente en la entidad, que algunas primeras estimaciones calculan en casi 1.000 millones de euros.
De todas maneras, el gobernador del Banco de España no tiene prisa por hacer pública esa información. No quiere interferir en la campaña, a tan solo unos días de las elecciones generales. Según las fuentes consultadas, el supervisor considera “sensato” retener esos datos, que podrían levantar una gran polvareda, especialmente, en Valencia, y no darlos a conocer hasta la semana que viene para que ninguno de los partidos pueda utilizarlos en la contienda electoral.
En círculos financieros, la publicación del documento ya estaba prevista para finales de la semana pasada. Incluso, algunos directivos de Bankia esperaban conocer su contenido hace ya unos días. Sin embargo, en el último momento se tuvo en cuenta la cercanía de las elecciones como factor más que decisivo para posponer su lanzamiento.
Personas cercanas al proceso aseguran que los datos, incluso, pueden ser más demoledores de lo esperado. De ahí la prudencia de Miguel Ángel Fernández Ordóñez a la hora de desgranar la verdadera situación de la entidad valentina.
Sanear los activos tóxicos
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Mientras, el presidente de Bankia ha comenzado a preparar la venta de Banco de Valencia. Sin embargo, según algunos de los bancos que podrían estar interesados en esta operación, Rodrigo Rato ya ha recibido el correspondiente aviso: será condición indispensable sanear las cuentas para acometer el proceso.
Y parece que Rato ya ha recibido el mensaje. Según las fuentes consultadas, Bankia está dispuesta a aportar alrededor de 250 millones de euros para sanear las cuentas de su filial de activos tóxicos para ofrecerla a grupos interesados dada su posición geográfica estratégica en la zona de Levante.
Con esta estrategia, Rato busca otro objetivo: intentar colocar la filial de Bancaja entre los postores de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), e, incluso, adelantarse a su venta, para que las entidades interesadas puedan estudiarlas a la vez y quedarse con la que más se ajuste a sus necesidades.