Boyer, Solchaga, Solbes, tres versiones preocupadas de la crisis. Los tres ex ministros del PSOE coinciden en que “de todas se sale, y más fortalecido”
Miguel Cifuentes (Enviado especial. Santander). A la ministra de Economía Elena Salgado le hubiera venido bien asistir al encuentro sobre ‘Treinta años de economía española’, que se celebra esta semana en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander.
Sus predecesores, Miguel Boyer, Carlos Solchaga y Pedro Solbes, le habrían dado una lección de estrategia y decisión ante la crisis, la peor que hayamos tenido nunca, al decir de los ex ministros. Ninguno ha dicho de ésta no salimos, “de todas se sale, y mas asegurado”, han dicho, pero sus caras de preocupación era un poema.
Lo que el terceto de ex ministros dijo de la crisis es que es tan dura como las anteriores pero con peor cara y pronóstico. Solchaga fue el mas claro: “Esta crisis nos ha cogido sin los líderes que necesitamos, pero con ellos hemos de salir de la crisis”. El navarro puso el dedo en la necesidad de defender el euro, atacado por los países anglosajones, y en más Europa. “Es la hora de tener una política fiscal económica europea, que acompañe a la política monetaria”, dijo. Este reclamo lo acompañó con ironía ya que “en Europa todo lo sencillo es complicado, aunque termina haciéndose”.
Solchaga está convencido de que la deuda y el déficit españoles son manejables, y terminarán por hacerse todas las reformas necesarias, como se hicieron en su época, con altos costes. Su alegato final fue que “el pesimismo hoy es un delito de esa patria”.
Boyer estuvo muy ácido con los análisis precipitados sobre España que hacen los organismos internacionales, como el Banco Mundial, que “se equivoca y lo reconoce”, dijo. Para el exministro “se nos condena sin datos y sin análisis”. Su experiencia le dice que España ha sido capaz de salir de dos crisis muy serias en 30 años, y el entorno actual tiene fortalezas a las que nos podemos agarrar, un país más sólido más formado y con más recursos. La nota amarga es el paro, y lo peor son “los millones de emigrantes que tenemos, que están aguantando… y no volverán a trabajar en España”.
Solbes, el más tecnócrata, reconoce que el problema no es la deuda sino la velocidad de nuestro endeudamiento, y el déficit, que es lo que penalizan los mercados. El alicantino cree que la situación es manejable, habrá reformas serias, pero “nuestra salida de la crisis será lenta y costosa”. Y un brindis al sol, “de las dificultades se sale fortalecido”.
Faltaba Elena Salgado en el auditorio, cuando se hablaba de “decisión y valentía”.
