La lucha por presidir la CEOE es cosa de dos. Jesús Banegas se enfrentará a Joan Rosell: esta semana anuncia su candidatura y da por hecho el apoyo de las sectoriales
Jesús Banegas, presidente de AETIC, optará a la presidencia de la CEOE. Lo tiene ya decidido, y esta semana anunciará su candidatura. De cara a la elección, que se celebrará el 21 de diciembre, da por hecho que cuenta con el voto de las asociaciones sectoriales, a las que se ha ido ganando en los encuentros que organizó para forzar la salida de Gerardo Díaz Ferrán.
Personas del entorno de Jesús Banegas, consultadas por El Confidencial Digital, afirman que el empresario tiene “muchas ganas” de entrar en la carrera por la presidencia, entre otras cosas porque “van a ser las primeras elecciones democráticas en CEOE”. Quiere presentarse como un candidato independiente y moderado, y propondrá en su programa alejar la patronal de cualquier poder político.
Fuentes empresariales, a las que ha tenido acceso ECD, dan por hecho que puede contar con el apoyo de gran parte de las asociaciones sectoriales de CEOE, principalmente, las relacionadas con la construcción, la alimentación y el automóvil.
Las sectoriales suman un importante número de votos: de los 800 en litigio, casi 500 los reúnen estas asociaciones. Serán claves en el resultado final, y va ser una de las principales bazas con las que Jesús Banegas se enfrentará a Joan Rosell.
Según fuentes internas de la CEOE, el presidente de la patronal andaluza, Santiago Herrero, que no ha anunciado todavía si optará a la presidencia, en realidad no es un rival fuerte para Banegas y Rosell. “No ve la manera de sacar más de 60 votos. Tiene muy pocas posibilidades, porque no es suficiente el apoyo de Andalucía”, comentan.
Otras fuentes insisten en que Joan Rosell ha cometido serios errores con la confirmación de su candidatura a principios de esta semana. Se ha equivocado en “alardear tanto sus apoyos, porque en realidad algunos ni existen. Lo ha hecho para amedrentar a otros y que no haya más candidatos”, se ha llegado a escuchar entre altos cargos empresariales.
No es el único punto débil. Tal y cómo desveló ECD –véalo aquí-, uno de los obstáculos de Rosell es su pasado político. Muchos empresarios no olvidan su presencia en la manifestación en Barcelona contra la sentencia del Tribunal Constitucional que reformó el Estatuto de Cataluña: dudan de que, con esa postura, ahora vaya a defender la unidad de mercado.
Como síntoma, Arturo Fernández propuso a CEIM dar su apoyo al presidente de Fomento y no tuvo el respaldo de las bases de la patronal madrileña.
Tampoco pasa desapercibido el acercamiento que Gerardo Díaz Ferrán ha hecho hacia la candidatura de Rosell. Las mismas fuentes empresariales admiten que “puede hacerle mucho daño”.
