Caixabank toma ventaja en la puja por NovaGalicia. La oferta de Isidro Fainé respetará la marca para contentar a Alberto Núñez Feijóo
Caixabank mueve ficha en la puja de NovaGalicia. Su estrategia es clara y ya la ha usado en otras adquisiciones. Su oferta contemplará, con toda seguridad, mantener la marca del banco gallego. Así, busca la complicidad de Alberto Núñez Feijóo, que hasta ahora sigue apoyando la opción de los fondos extranjeros para quedarse con la entidad.
Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes financieras conocedoras del proceso, Caixabank sopesa pujar fuerte en la subasta de NovaGalicia, prevista para las próximas semanas.
Perfila ya su oferta, que tiene previsto respetar la marca del banco gallego, para conseguir desplazar la propuesta que hasta ahora más simpatías despierta en Alberto Núñez Feijóo (la de los fondos de inversión norteamericanos liderados por Guggenheim).
Pero que, por otro lado, no acaba de convencer a los máximos responsables del FROB y del Banco de España, que prefieren que un gran banco nacional (como Caixabank) absorba la entidad.
Convencer a Alberto Núñez Feijóo
Según las fuentes consultadas, el presidente de la Xunta de Galicia está maniobrando para que José María Castellano retenga el control de NovaGalicia con la entrada del grupo de fondos de inversión norteamericanos.
El motivo de la defensa de la oferta de los fondos está en que no renuncia, bajo ningún concepto, a tener un banco gallego.
Por ello, la estrategia de Caixabank persigue buscar la complicidad de Feijóo, con la disposición de Isidro Fainé a mantener la marca NovaGalicia y, por tanto, la ‘galleguidad’ de la entidad.
Misma estrategia que con Banca Cívica
La estrategia que empleará Caixabank no es nueva en la entidad. Fainé ya apostó el año pasado, tras la absorción de Banca Cívica, por mantener las marcas regionales Cajasol, Caja de Burgos, Caja Canarias y Caja de Navarra, desplazando paulatinamente la denominación Cívica.
El objetivo de la entidad catalana era conseguir una mayor vinculación y proximidad con los clientes de Andalucía, Burgos, Canarias y Navarra tras la integración.
Se tuvo en cuenta que la marca Cívica, con tan solo un año de antigüedad, no había llegado a consolidarse con fuerza en el mercado bancario, y era más efectivo atraer al cliente combinando las denominaciones tradicionales de cada una de las cajas regionales con la de Caixabank.
