Fazio sigue obstaculizando con Unipol la operación BBVA-BNL: enfado de Ciampi, Berlusconi mirando hacia otro lado y algún lamento

Incertidumbre, malestar y enfado en el BBVA ante la enésima maniobra dilatoria auspiciada por el gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, en la operación de compra de la Banca Nazionale del Lavoro. Según ha sabido El Confidencial Digital, el Presidente de la República Italiana, Carlo Azeglio Ciampi, estaría encantado de recibir en Italia a Francisco González.

Y es que, por parte de la máxima autoridad italiana, no hay ningún inconveniente en que el BBVA logre llevar a buen puerto su opa sobre el sexto banco del país transalpino. Sin embargo, Antonio Fazio parece no estar dispuesto a dar su brazo a torcer y continúa alentando al grupo de empresarios contrarios a la operación.

A pesar de las declaraciones oficiales de la aseguradora italiana Unipol sobre su nulo interés en lanzar una contraopa, la compañía ha incrementado ya su presencia en el banco hasta un 9,9% y este miércoles anunciaba su deseo de llegar al 14,9%. De esta manera, el BBVA tiene cada vez más difícil la posibilidad de alcanzar el 50% del capital en la oferta como exige Fazio.

Como decimos, Ciampi no ve con buenos ojos la actitud del gobernador y menos cuando acaba de desafiar a la Unión Europea, atribuyéndose poderes a la hora de autorizar la compra. Tanto la comisaria de competencia de la Comisión Europea, Neelie Kroes como el propio banco español han pedido reiteradas veces a Fazio que se haga a un lado y no condicione el éxito de la compra del BBVA a que alcancen ninguna cantidad.

Llegados a este punto, el pulso parece protagonizado ya por Fazio y la Comisión Europea, mientras Silvio Berlusconi parece no querer entrar en la disputa.

Por su parte, en el BBVA no falta algún directivo que se lamente: “¿Por qué no habremos ido comprando acciones a través de nuestras filiales hasta hacernos con un 2% del capital de la BNL? Se hubieran evitado todas estas intrigas. Quizá haya sido un error de cálculo, al pensar que en todos los países europeos se actúa con la misma rectitud”.