Freixenet y Codorníu no esperan un boicot al cava en Navidad: el giro independentista de Cataluña no ha ‘atacado’ a los españoles como ocurrió con Carod Rovira
Los empresarios del cava catalán no esperan un boicot a sus productos. Argumentan que el proceso independentista iniciado por Artur Mas no es exactamente un 'ataque' a España y al resto de españoles, por lo que no creen que vaya a afectar negativamente a las ventas esta Navidad.
Según ha sabido El Confidencial Digital, los empresarios catalanes del cava, representados en marcas como Freixenet y Codorníu, no temen que se produzca un boicot por la ola independentista desatada en Cataluña.
Consideran que en esta ocasión la “sangre no llegará al río”, y hasta el momento no han detectado ninguna campaña de rechazo contra sus productos, que pueda hacerles prever un descenso de las ventas en las próximas fiestas navideñas.
Freixenet y Codorníu siguen trabajando con normalidad en los ‘spots’ publicitarios que difundirán en televisión y con los mismos criterios que años anteriores.
Sin embargo, están atentos a cualquier efecto que pudiera volverse en su contra en función de cómo vaya evolucionando la opción independentista defendida por Artur Mas, por si tuvieran que reaccionar con urgencia.
No tiene visos de prosperar
Freixenet y Codorníu aseguran estar “muy tranquilos” ante la situación política en Cataluña. Consideran que el proyecto independentista no va a ir mucho más allá.
En 2005, las declaraciones de Josep Lluís Carod Rovira, dirigente de ERC, animando a los catalanes a no apoyar la candidatura olímpica Madrid 2012, y su reunión con ETA (negoció con la banda una tregua solo para Cataluña), fueron percibidas por el resto de españoles como un ataque directo. Y puso en marcha una campaña de boicot contra los productos catalanes, que hicieron caer las ventas del cava catalán aquel año en un 48%.
Su análisis ahora es que el ‘órdago’ de Mas tiene menos fuerza, y por tanto mucho menos rechazo en el resto de España, que las actuaciones del entonces vicepresidente de la Generalitat, porque los españoles no lo perciben como un ataque.
