La salida del Gobierno al ‘atolladero nuclear’: eliminar en 2013 la moratoria y no crear nuevas centrales, sino ubicar un segundo reactor en las actuales y duplicar capacidad
España seguirá a Italia en la eliminación de la moratoria nuclear. Los expertos ya señalan una fecha, 2013, y un plan: duplicar la capacidad de las centrales existentes con la instalación de nuevos reactores.
Según ha sabido El Confidencial Digital, de fuentes de la política energética, tanto la Administración central –ministerio de Industria- como expertos, altos cargos y legisladores del PSOE dan por hecho que España retomará su apuesta por la energía nuclear a la salida del poder de Rodríguez Zapatero.
A esta constatación se unen las reivindicaciones de las grandes empresas del sector de la energía en España. Y es que las eléctricas, no sólo han conseguido las mejores relaciones con un ministro pro-nuclear como Miguel Sebastián, sino que además pueden ejercer presión sobre el Gobierno por la precaria respuesta de éste al déficit tarifario del sector, situado en torno a los 17000 millones de euros.
Baste recordar, en este sentido, las polémicas declaraciones del ministro de Industria cuando, al comentar la subida de 5,6% en la factura de la luz, medida paliativa del aludido déficit, explicó que “cuatro puntos” de esa subida se deben al peso de las energías renovables.
En cuanto a los directivos de las eléctricas, todos los que han comparecido a puerta cerrada ante la Subcomisión para la estrategia energética del Congreso, incluyendo a Brufau, Sánchez Galán, Brentan y Bergareche, han mostrado su apoyo explícito a la energía nuclear como corolario de su postura contraria al cierre de centrales nucleares.
En este sentido, las fuentes de la política energética consultadas por este diario subrayan el sustantivo “cambio” de posición de Rodríguez Zapatero, quien tomó, respecto de la central nuclear de Garoña, una postura mucho más matizada de la que en principio tenía.
La presión en favor de la energía nuclear se alimenta por otros dos factores no menos relevantes. En el propio PSOE, voces como las de Felipe González, Joaquín Almunia, Javier Gómez Navarro, Josep Borrell, Javier Solana y Manuel Chaves, además del mencionado Sebastián, han pedido reabrir un debate nuclear que también cuenta con el apoyo de distintos diputados socialistas.
En el entorno de España, además, países con mucha menor dependencia energética, como Reino Unido, Finlandia, Francia, Bélgica, República Checa o Rusia, han redoblado su apuesta nuclear. Y en Estados Unidos, la administración Obama sigue apoyando esta energía, con cerca de treinta centrales en estado de licitación.
Además, la decisión de Italia de poner fin a su moratoria nuclear décadas después de instaurarla, ha sido uno de los detonantes del incremento de la presión pro nuclear sobre el Gobierno español. Y es que Italia es otra “isla energética”, que constituye la única gran economía de la Unión Europea con una mayor dependencia energética que España. En acuerdo y colaboración con Sarkozy, la italiana ENEL tendrá construido en 2020 el primero de los cuatro reactores nucleares que ha acordado Silvio Berlusconi.
La propia participación de ENEL en el mercado español, a través de su subsidiaria Endesa, aporta el ‘know-how’ necesario para la construcción de nuevos reactores en España, habida cuenta de que la energética italiana está al cargo de la construcción de uno de los reactores más avanzados del mundo, en suelo francés.
La nuclear, explican fuentes de la política energética a ECD, serviría asimismo para alejarse de la variabilidad de precios de los combustibles fósiles, aseguraría la continuidad en el suministro de un modo que las energías renovables aún no pueden mantener, y serviría para reducir una tasa de emisiones de CO2 que ha crecido un 40% en España en veinte años y que ha de obligar al Gobierno a comprar a terceros países tasas suplementarias de emisión.
Dada la envergadura de las inversiones y la duración de la propia construcción de los reactores, los expertos consultados por El Confidencial Digital señalan un horizonte de acción limitado a 2020, fecha hasta la cual el suministro español está asegurado.
Eso implicaría que los reactores habrían de empezar a construirse en torno a 2013, es decir en la próxima legislatura. A tal efecto, dicha postura cuenta con el respaldo explícito de la mayor parte de los grupos parlamentarios del Congreso, en el seno del cual ya se ha trazado una “hoja de ruta” para el reforzamiento de la energía nuclear en España.
Dicha “hoja de ruta” no pasa por la construcción de centrales nuevas en nuevos emplazamientos, sino por aprovechar las actuales instalaciones –seis centrales nucleares, con un total de ocho reactores- para ubicar reactores suplementarios.
Esta medida ahorraría mucho tiempo, porque evitaría tener que evaluar de nuevo muchos de los riesgos (sísmicos, ambientales…), puede ‘venderse’ con más sencillez diciendo que no se construyen ‘mas’ centrales nuclearas, y además evitaría polémicas populares porque se cuenta ya con el apoyo que los municipios con centrales nucleares brindan a las mismas.
