Se ha propuesto evitar lo que le pasó a Manuel Pizarro

Jordi Sevilla no hará campaña con el PSOE pero quiere ser ministro de Economía

No figura en las listas del Congreso y sólo seguirá en política si Pedro Sánchez consigue formar Gobierno. Si no, regresará a PwC

Pedro Sánchez y Jordi Sevilla.
Pedro Sánchez y Jordi Sevilla.

Jordi Sevilla no está dispuesto a que le suceda como a Manuel Pizarro en la campaña de las generales de 2008. Su meta es convertirse en ministro de Economía del PSOE, pero se ha propuesto “quemarse lo menos posible” hasta las elecciones. 

Según ha sabido El Confidencial Digital, a través de personas en contacto con el responsable económico del PSOE, Sevilla tiene decidido ya, además, volver al grupo de consultoría PriceWaterhouseCoopers (PwC) si Pedro Sánchez no consigue formar Gobierno tras el 20 de diciembre.

No “quemarse” durante la campaña electoral

El cerebro económico del PSOE busca no “quemarse” durante la campaña. Ha transmitido al propio secretario general, por tanto, que prefiere no tener un especial protagonismo en los mitines, ni ser presentado como su futuro ministro de Economía, lo que explica también que haya decidido no integrarse en las listas del partido como diputado al Congreso.

Le aterra prometer medidas económicas durante la campaña de las que luego tenga que dar marcha atrás si llega al Ministerio, con el desgaste que esto supone.

Su exposición pública se reducirá a entrevistas y apariciones puntuales en los medios, siempre de carácter más técnico que político. También acudirá a posibles debates en materia económica que puedan plantearse con el resto de partidos en los dos próximos meses.

Sánchez ha aceptado esas condiciones: la vuelta de Sevilla solo la concibe para gobernar. En caso contrario, comprende su decisión de continuar la carrera en el sector privado que emprendió tras dejar en 2009 el Ejecutivo de Zapatero.

No quiere que le pase como a Manuel Pizarro

Según fuentes próximas al ex ministro de Zapatero, Jordi Sevilla ha tomado esta decisión para evitar que le ocurra como a Manuel Pizarro en la campaña de las generales de 2008. Concurrió como número dos del PP por Madrid. Antes, dejó los cargos que tenía en ese momento como consejero de Telefónica y como vicepresidente de Bolsas y Mercados.

Se le presentó en aquel momento como el futuro ministro de Economía si Mariano Rajoy llegaba a La Moncloa. Durante la campaña no evitó el cuerpo a cuerpo con el entonces titular de la cartera económica, Pedro Solbes.

Por entonces, el Ejecutivo de Zapatero se resistía a hablar de crisis y Pizarro, tirando de datos, no paró de reprochárselo al vicepresidente Solbes. El tiempo terminó por darle la razón y el Gobierno no sólo admitió hablar de crisis sino que la senda económica le forzó a reconocer que España había entrado en una grave recesión.

Dos años después de convertirse en la mano derecha de Rajoy en asuntos económicos, Pizarro abandonó su escaño en el Congreso, especialmente después de que la dirección del grupo parlamentario del PP no le encargara la portavocía de alguna comisión de la Cámara Baja.

 

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