Mango se desmarca de la política lingüística de la Generalitat. No sancionará al empleado que no atendió a un cliente en catalán y busca personal que hable chino y ruso

Mango no comparte la política lingüística del Gobierno de Artur Mas. Después de que el diario 'El Punt Avui' publicara una carta de un lector indignado al no haber podido hablar en catalán con un dependiente de una tienda del grupo en Barcelona, la empresa ha decidido no tomar medidas contra su empleado.

El Confidencial Digital se ha puesto en contacto con la compañía para conocer cuál es su política respecto al bilingüismo. Mango no obliga a sus dependientes a hablar catalán. “Nuestra máxima es satisfacer a nuestros clientes de la mejor manera posible. Sí procuramos que en Cataluña si un dependiente no sabe catalán haya otro que sí”, aseguran.

La empresa catalana considera que cumple perfectamente con la necesidad de los clientes con respecto al uso del catalán. “Tenemos los catálogos y la página web disponible en catalán”.

Además, la empresa considera que llevan “el nombre de Cataluña y España por todo el mundo y por ello no tienen por qué dudar de ella”.

El dependiente no será sancionado

Según las fuentes de la compañía consultadas por ECD, el dependiente que no quiso contestar en catalán no será sancionado. “Es un hecho aislado. No tiene la mayor importancia. En ningún caso es requisito imprescindible saber catalán para trabajar con nosotros”.

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Dentro de su política de satisfacer al consumidor de la mejor manera posible, la empresa catalana está buscando a gente que hable chino y ruso para su tienda de Paseo de Gracia, una de las principales arterias turísticas de la ciudad condal.