José Manuel Campa se ha afianzado como la baza del Gobierno para reconquistar la confianza de los mercados. Éxito del ‘road show’ por Estados Unidos y apoyo del lobby judío

José Manuel Campa, número dos de Elena Salgado, se ha convertido en la baza más seria del Gobierno de Rodríguez Zapatero para recuperar la confianza de los mercados internacionales en la economía española. El reciente viaje a Estados Unidos ha sido un éxito y tiene además el aprecio del lobby judío de aquél país.

Aprovechando la asistencia al G-20 en Toronto, el secretario de Estado de Economía protagonizó la semana pasada un ‘road show’ por ciudades de Estados Unidos para explicar la situación de la economía española, en un momento en que la prima de riesgo superaba los 200 puntos básicos. Se reunió con 200 gestores de ‘hedge funds’ (preguntaron sobre la situación de las cajas), con representantes de fondos de inversión.

Según fuentes oficiosas a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, la impresión que produjo José Manuel Campa fue de ser una persona con formación y con criterio, y sus argumentos fueron escuchados con respeto e interés. Ofreció una cierta imagen de solvencia, un elemento muy valorado entre analistas e inversores.

Por lo que se refiere a Estados Unidos, país en el que estudió y donde residió varios años (es doctor en Economía por Harvard), el número dos de Elena Salgado tiene el aprecio del poderoso lobby judío, entre otra cosas porque su suegro es el gran rabino de Buffalo.

Las medidas de Zapatero

Desde poco después de su llegada al cargo, en mayo del año pasado, se atribuye a Campa haber sido el principal promotor, durante meses, de las medidas que finalmente ha incluido Zapatero en el ‘tijeretazo’ y de la reforma laboral que ha aprobado el Gobierno.

Hasta ese momento, el presidente del Gobierno no había querido ni oír hablar de tales decisiones, que finalmente no ha tenido más remedio que adoptar. Con ello, la posición del secretario de Estado ha salido reforzada políticamente.

De hecho, algunos de los principales protagonistas de la economía española hablan de Campa en términos muy elogiosos, como ocurre, en concreto, con el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, o con el de Telefónica, César Alierta.

Por esos motivos, algunos medios han llegado a apuntar la existencia de ‘celos profesionales’ por parte de su jefa, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado. No obstante, se insiste en que Campa no tiene especial ambición política.

Candidato al Banco Mundial

 

Mientras cree su prestigio y relevancia dentro del Ejecutivo, se destacada sin embargo de Campa que se trata de una persona de perfil bajo, en el sentido de que prefiere la discreción y no armar demasiados ruido a su alrededor. El reconocimiento internacional se fraguó sobre todo con el ‘road-show’ de inicios de año en París y Londres.

Fuentes económicas no descartan que, cuando deje el cargo, acabe en alguna destacada institución internacional, del estilo del Banco Mundial, que, por cierto, suele exigir como condición para la designación de sus altos cargos haber tenido experiencia de gobierno, que Campa cumple ya al haber sido secretario de Estado.

José Manuel Campa, casado con una norteamericana, ha sido consultor del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional, del Banco Interamericano de Desarrollo, del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, del Banco de Pagos Internacionales de Basilea y de la Comisión Europea, entre otros puestos.

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