Marenostrum, firme candidato a quedarse con Banco de Valencia a pesar de los activos tóxicos que acumula: las ayudas que quiera dar el Banco de España serán definitivas
Banco Marenostrum, propiedad de Caja Murcia, Caja Granada y Sa Nostra de Baleares, se perfila como firme candidato a quedarse con el Banco de Valencia, que deberá ser subastado por el FROB en las próximas semanas.
El grupo que lidera Caja Murcia destaca por su interés y determinación de ganar la próxima subasta. La incógnita es si logrará las fuertes ayudas que exige para quedarse con la entidad valenciana. La exigua capitalización y el alto porcentaje de activos tóxicos del Valencia retraen a la mayoría de los posibles compradores.
Marenostrum, capitaneado por el director general de Caja Murcia, Carlos Egea, acaba de pasar el examen de solvencia por el Banco de España, y podría continuar su andadura en solitario, pero quiere crecer con una compra, sin descartar una fusión con otro grupo, según medios próximos a la entidad consultados por El Confidencial Digital.
La apuesta por Banco de Valencia, antigua entidad filial de Bancaja, le cuadra mucho a Marenostrum por su implantación en Levante, porque supondría crecer en mancha de aceite en una región con peso industrial y de pymes. El desafío es que Banco de Valencia está inflado de activos tóxicos inmobiliarios y un ratio de capital ínfimo, inferior al 4%, lo que complica la digestión, si no hay inyección de capital y ayudas millonarias.
Ayudas del Banco de España
Si el Banco de España acepta conceder al comprador un EPA (Esquema de Protección de Activos) generoso, como el concedido al Sabadell para la compra de la CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo), Banco Marenostrum no tendría ningún problema en adquirirlo y sanearlo con facilidad.
Marenostrum está mejorando su balance a pasos agigantados: tiene muy avanzado su saneamiento inmobiliario. El año pasado vendió 12.400 viviendas en poder de clientes promotores, incapaces de dar salida a sus inmuebles, y este año lleva más de 2.200 viviendas vendidas solo en el primer trimestre.
Este año espera tener liquidado el 50% de su riesgo promotor inmobiliario, lo que supondrá un menor consumo de provisiones y un aligeramiento de su balance muy notable. En esas condiciones, está en mejores circunstancias que otros grupos de cajas para afrontar cualquier compra o absorción de otra entidad.
