Por qué Mariano Rajoy ‘sabe’ que le van a montar una huelga general: tres negativas a un empleo provocará la pérdida del paro, recorte de 500 millones a patronal y sindicatos
Mariano Rajoy ultima ya una profunda reforma del mercado de trabajo. Y ya 'sabe' que le van a montar una huelga general. Sobre todo por dos decisiones que van a irritar sobremanera a los agentes sociales, un rebaja de 500 millones en ayudas a la formación, y que los parados que digan tres veces 'no' a un empleo perderán el derecho al paro.
El presidente del Gobierno fue ‘pillado’ el lunes en el Consejo Europeo de Bruselas, por las cámaras de televisión, durante una conversación informal con el primer ministro holandés en la que asumía el coste político que va a tener la futura reforma laboral que prepara. “Me va a costar una huelga”, le confesó.
Según ha podido saber El Confidencial Digital, de fuentes próximas al Gobierno, Mariano Rajoy pensaba, como ‘causantes’ principales de la huelga, sobre todo, en dos de las medidas que desarrollará su reforma laboral, que se llevará como muy tarde al Consejo de Ministros del próximo 10 de febrero.
En Moncloa temen que el recorte en ayudas a la formación, que fuentes empresariales estiman en 500 millones de euros, provoque la rebelión de los agentes sociales. Esas son gestionadas por sindicatos y patronal.
El segundo de los ‘puntos calientes’ del texto, a los que ha tenido acceso ECD por fuentes próximas a las negociaciones, es la decisión de retirar el subsidio por desempleo a aquellos parados que rechacen, hasta en tres ocasiones, una oferta de trabajo, sobre todo, si está vinculada a su formación.
Recortes para reducir el déficit
El Gobierno defenderá el recorte de los 500 millones a sindicatos y patronal para este año como parte de las medidas para cumplir el objetivo de déficit comprometido con Bruselas. Y argumentará también en la necesaria política de austeridad, a la que, en este momento, deben someterse todas las organizaciones.
El ‘tijeretazo’ está previsto que afecte, por un lado, a la subvención de 250 millones que anualmente entrega el Servicio Público de Empleo, además de otras partidas igualmente importantes, aunque económicamente menos relevantes. Y también se espera otro gran recorte, esta vez procedente de los fondos de la Unión Europea: 225 millones del Fondo Social Europeo que los agentes sociales dejarán de percibir este año.
Minimizar el coste político de la huelga
A pesar de la previsión de una huelga general, “se seguirá adelante con todas las consecuencias”, explican fuentes gubernamentales consultadas por ECD.
En el ministerio de Trabajo se pondrá el énfasis en que la reforma laboral servirá para cortar la sangría de desempleo que hay en este país y para crear empleo. El objetivo es conseguir que la medida cuente con el respaldo de la mayoría de los ciudadanos, y evitar que sea rechazada en su totalidad por la sociedad.
Se buscará así contener la masa crítica que pueda montar ‘algaradas’ en las calles, o, por lo menos, minimizar al máximo sus efectos cuando se produzcan, para que el coste político para el Gobierno sea el menor posible.
Rajoy quedó mal en Bruselas
Las fuentes consultadas apuntan que Mariano Rajoy se ha sentido desairado en su asistencia a la cumbre europea, porque contaba con poder presentarse, en su primer viaje a Bruselas con la tarea hecha, es decir, con la reforma laboral aprobada. Y ha tenido que acudir con las manos vacías. “Han tenido tiempo para llegar a acuerdos y han desoído a Rajoy”, explican.
El propio presidente del Gobierno, según las fuentes consultadas, instó en privado a Joan Rosell (CEOE), Cándido Méndez (UGT) e Ignacio Fernández Toxo (CC.OO.) para que alcanzaran un pacto, que le permitiera ‘venderlo’ a sus ‘colegas’ europeos.
Como no lo han hecho, desde el Ejecutivo no esconden que al Gobierno ahora “no le va a temblar el pulso” al redactar la reforma. No cambiará de discurso, a pesar de la previsión de que, tal y cómo vaticina Rajoy, pueda acarrear la primera huelga general del mandato del PP.
