El gobierno de Macron se moviliza

Ofensiva de Francia en Marruecos para recuperar el primer puesto que le ha quitado España

Su objetivo es impedir que por cuarto año consecutivo Madrid supere a París en la balanza comercial

Emmanuele Macron y el rey Mohamed VI de Marruecos.
Emmanuele Macron y el rey Mohamed VI de Marruecos.

El gobierno de Emmanuel Macron ha dado orden de ponerse las pilas con respecto a Marruecos. El objetivo es claro: Francia debe arrebatar la plaza a España como principal socio comercial de la monarquía alauita, puesto que nuestro país mantiene ya por cuarto año consecutivo, a la espera de cerrar este 2017.

La pérdida contra España del liderazgo comercial de Francia en el poniente magrebí es algo muy criticado en la prensa gala. Ya desde 2015, durante la legislatura del ex presidente Hollande, periódicos como Le Monde se hacían eco en sus páginas “que Francia ya no es el primer socio comercial de Marruecos, algo muy lamentado en el entorno de François Hollande”.

En efecto, y según cerró 2016, las exportaciones españolas representaron el 15,7% del total de las exportaciones en el país y a su vez las exportaciones marroquíes tienen como destino preferente a España. Para hacerse una idea del incremento comercial bilateral en los últimos años, desde 2010 España y Marruecos han duplicado sus flujos comerciales, ascendiendo a 12.608 millones de euros al cierre del pasado año.

Francia redobla la presión

El Confidencial Digital ha podido confirmar, de fuentes del servicio diplomático marroquí, que “esta presión francesa existe” para tratar de volver a ser el principal socio social de Marruecos, ya que el haber sido desplazado por España de ese liderazgo es visto como una afrenta. “Que exista esta pugna es algo que conviene y que está aprovechando Marruecos”, añaden dichas fuentes diplomáticas.

Desde la visita el pasado 15 de junio de Emmanuel Macron a Marruecos, tan sólo un mes más tarde de tomar posesión como presidente, los encuentros diplomáticos no han cesado de intensificarse.

La ofensiva de Francia responde a una estrategia del gobierno de Macron para movilizarse y recuperar posiciones en Marruecos, país en el que hubo presencia colonial tanto española como francesa desde el siglo XIX.

Contando las reuniones más recientes de estas dos últimas semanas están, primero, el pasado 8 y 9 de octubre en Rabat, entre el ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, y su homólogo marroquí, Nasser Bourita. Y, en segundo lugar, otra este lunes 16 de octubre entre los secretarios generales del Ministerio de Asuntos Exteriores francés y marroquí.

El tren de alta velocidad Tánger-Casablanca

El pastel comercial de Marruecos importa, muestra de ello es, por ejemplo, el gran proyecto de Línea de Alta Velocidad entre Tánger y Casablanca llevado a cabo por las empresas de ferrocarril franco-marroquíes y que ha costado 1.800 millones de euros a las arcas alauitas.

Esta iniciativa comercial francesa no es un tema menor, si tenemos en cuenta que Marruecos se ha convertido en el tercer país africano con más inversiones –tras Sudáfrica y Egipto- y en donde se está gestando un proyecto comercial a gran escala.

Con el nombre de “Tánger-Tech”, este país árabe enlaza el comercio de África con Europa, al mismo tiempo que trata de convertirse en nexo comercial entre América y África, gracias a su excelente posición cercana al Estrecho de Gibraltar. Este proyecto comercial ya está recibiendo el apoyo de empresas internacionales, especialmente chinas.

 

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