La intención es provocar un ‘otoño caliente’

Pablo Iglesias prepara con los sindicatos una gran movilización contra Rajoy

Contactos discretos durante el mes de julio para establecer un calendario de protestas. Vuelta a las calles para dar la batalla por las pensiones y la ayuda de 400 euros a los parados

Pablo Iglesias, en la manifestación del 1 de mayo.
Pablo Iglesias, en la manifestación del 1 de mayo.

Pablo Iglesias prepara un ‘otoño caliente’ contra Mariano Rajoy. Diseña discretamente con su equipo de máxima confianza un plan de actuación para volver a agitar la calle en el arranque del curso político. Pero esta vez, como novedad, cuenta con el apoyo de unos actores fundamentales: los dos sindicatos mayoritarios.


Hace menos de un mes, Iglesias se puso en contacto con el líder de UGT, Josep María Álvarez y le pidió celebrar un encuentro.

A continuación, hizo lo mismo con Unai Sordo, nuevo secretario general de CCOO. En sólo cinco días, el máximo dirigente de la formación morada visitó a Álvarez y a Sordo en sus respectivas sedes.

Arrancar el curso calentando la calle

Fuentes próximas al líder de Podemos han confirmado ahora a El Confidencial Digital que estos contactos con la cúpula sindical han tenido continuación en las semanas posteriores.

Pablo Iglesias ha mantenido abierto un canal de comunicación con las máximos responsables de UGT y CCOO con el objetivo de organizar una gran movilización en las calles de las principales capitales de provincia contra el Gobierno de Rajoy a la vuelta del verano.

De entrada, ha planteado a las centrales diseñar un calendario determinado de protestas, coincidiendo con el arranque del curso parlamentario. Una de las fechas que están barajando sitúa la primera movilización para principios de octubre.

Las conversaciones entre los equipos de trabajo se están llevando con la máxima discreción. UGT y CCOO no ven con malos ojos la propuesta. El único escenario al que se cierran en banda es una huelga general. Consideran que no se dan las condiciones y no están dispuestos a un sonoro fracaso. No se lo pueden permitir.

Las pensiones y la ayuda de 400 euros

Según las fuentes consultadas, el líder de Podemos ha valorado con los sindicatos varios factores que generarían el “caldo de cultivo” necesario para movilizar a los trabajadores el próximo otoño.

Iglesias cuenta con el apoyo de las centrales en la reivindicación de que el sistema público de pensiones está en riesgo, tal y como lo conocemos hasta ahora.

También coinciden en que hay que derogar la reforma para recuperar el Índice de Precios al Consumo (IPC) como referencia para revalorizar las pensiones, máxime cuando la mayoría son ya de una cuantía muy baja. Destacarán que muchos hogares españoles dependen del cobro de una pensión pública para subsistir y el Gobierno se ha limitado a una subida anual del 0,25% en los últimos cinco años.

 

Otro de los frentes de batalla es la ayuda de 400 euros a los parados. Está destinada a las personas que dejan de percibir su protección por desempleo. Se benefician de ella casi un millón de personas que, habiendo agotado y no teniendo derecho a prestaciones o subsidios, tienen cargas familiares o son paradas de larga duración.

Por el momento, el Gobierno mantiene la incógnita sobre si prorrogará esta ayuda después del verano. Y caduca este mes de agosto.

Podemos tampoco pasa por alto que Rajoy tendrá que acudir este otoño a la comisión parlamentaria sobre la financiación del PP. Allí deberá enfrentarse a los primeros espadas de la oposición, que continúan centrando su labor de desgaste en la corrupción de los populares y lo que ellos consideran el papel protagonista del presidente en los escándalos.

Podemos ha dejado al margen al PSOE

Por el momento, Pablo Iglesias ha decidido dejar fuera de este plan al PSOE. Ha tomado la iniciativa por su cuenta, sin avisar antes a Pedro Sánchez. Pretende que la propuesta le sea reconocida como una aportación propia y exclusiva.

Al final, el líder de Podemos no descarta rematar este hoja de ruta presentando, con el apoyo en la calle de las centrales sindicales, otra moción de censura junto a las conclusiones de la comisión parlamentaria sobre la financiación del PP. En ese momento, sí buscará forzar a los socialistas a sumarse a la ofensiva contra Rajoy.

La complicidad sindical con Iglesias

Las fuentes a las que ha tenido acceso ECD revelan que los sindicatos están dispuestos ahora a premiar el “buen trato” que Podemos les viene dispensando.

Pablo Iglesias no tuvo problemas en ponerse en movimiento para acudir a la sede de ambas centrales hace unas semanas. En cambio, Pedro Sánchez obligó a los líderes sindicales a ir a su propia “casa” (su despacho de Ferraz), tras ser reelegido secretario general. “Son gestos de los que han tomado buena nota los sindicatos”, reconoce un dirigente de UGT.

En la cúpula de UGT y CCOO reconocen que, mientras el líder de Podemos “se está mostrando cercano con ellos”, el del PSOE, al contrario, “está adoptando una actitud distante”.

Por ello, Iglesias ha dejado de ser visto por Josep María Álvarez y Unai Sordo como una "gran amenaza". Especialmente, tras fracasar en su intento de construir un sindicato para desbancar a los de la "casta", como se refería Podemos a las centrales tradicionales.

UGT y CCOO han comenzado a considerar a Pablo Iglesias un "aliado", con el que "se pueden sacar adelante iniciativas".

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