Para afrontar retiradas de fondos

El Banco Popular lleva días enviando dinero en efectivo a las sucursales desde la central

Desde el jueves, una empresa de seguridad está trasladando cantidades superiores a las habituales, cercanas a los 300.000 euros, sobre todo a oficinas de Madrid y Barcelona

Sucursal del Banco Popular.
Sucursal del Banco Popular.

El primer mensaje de tranquilidad de Ana Botín a los clientes del Popular, tras anunciar la compra del banco, no ha sido casual. La entidad presidida hasta este miércoles por Emilio Saracho tiene en marcha, desde hace casi una semana, un plan de emergencia para evitar que las sucursales se queden sin efectivo.

Al presentar en rueda de prensa la operación, la presidenta del Banco Santander ha asegurado que “nada cambia para los clientes del Popular”, que serán “atendidos con el mismo nivel de servicio” y que “pueden estar tranquilos”.

Minutos después, Botín ha anunciado la destitución de Saracho como primer ejecutivo del banco y el nombramiento de José García Cantera, su mano derecha en el Santander, como nuevo presidente del Popular.

Envíos de dinero urgente a las sucursales

Pero la desconfianza es máxima entre los clientes. Según ha podido saber El Confidencial Digital por fuentes próximas a la entidad, el Popular ha intensificado el traslado de billetes y monedas, desde su sede central en el madrileño barrio de Salamanca, a sus sucursales. Especialmente en Madrid y Barcelona.

El plan se está ejecutando con la máxima discreción. El primer envío se produjo el pasado jueves. El furgón salió de la sede central del banco situada en la calle José Ortega y Gasset.

Comenzó entonces a intensificar el envío de furgones especiales para aumentar las reservas de dinero en efectivo que guarda habitualmente en la central y afrontar retiradas masivas de fondos en las oficinas, según han confirmado a ECD fuentes de seguridad involucradas en este dispositivo.

Evitar que las oficinas se queden sin efectivo

La medida es excepcional, pero tiene carácter preventivo. El objetivo es impedir que esas retiradas sequen las sucursales y desaten el pánico financiero.

Una retirada de fondos incontrolada por motivos ajenos al funcionamiento habitual del sistema podría vaciar las oficinas en cuestión de horas. En efecto, la inquietud continúa ahora en las horas siguientes al anuncio de la compra por el Banco Santander.

El pánico no tiene por qué desatarse pero, por el funcionamiento ordinario del negocio bancario, un bulo podría provocar una onda expansiva de consecuencias incalculables para el conjunto de la economía nacional.

Es el motivo definitivo que llevó al Popular a anticiparse a una hipotética crisis para minimizar las posibilidades de que se desencadenase ese escenario.

 

Cantidades cercanas a los 300.000 euros

Por el momento, las cantidades transportadas no son demasiado elevadas y responden a la atención de un “notable incremento de la demanda” sin poner en riesgo la seguridad de los empleados.

No se han superado los 300.000 euros por traslado y se han encargado a una empresa privada de seguridad. ECD conoce el nombre de esta compañía pero le ha solicitado que omita su identidad por motivos de seguridad. Los responsables del transporte fueron avisados solo unas horas antes del primer envío para evitar que trascendieran los planes.

Las entidades suelen disponer de entre 30.000 y 100.000 euros en efectivo para dar un servicio ordinario a sus clientes en las sucursales. Por su parte, un cajero tiene entre semana en torno a 50.000 euros de media, dependiendo de su ubicación.

Los movimientos de fondos entre la central y la red de sucursales son habituales pero, según revelan fuentes próximas a la entidad, suelen tener una periodicidad mayor. La situación límite que atravesaba el banco le ha llevado a ordenar más traslados de los previstos en una semana para multiplicar las reservas de efectivo en las sucursales.

Transportes mayores con la Guardia Civil

En caso de ser necesario el transporte de cantidades mayores, la escolta de los furgones debería ser comunicada a la Unidad de Protección y Seguridad (Uprose) de la Guardia Civil, la sección del Instituto Armado encargada de realizar traslados de máxima seguridad.

Los vehículos que se utilizan para estos movimientos de dinero pertenecen a la Benemérita y suelen carecer de distintivos para no llamar la atención.

En plenos días de cobro de nóminas y pensiones

La situación crítica del Popular ha coincido además con un momento especialmente crítico para el sistema financiero. A finales y principios de cada mes, se produce el pago de pensiones, nóminas y salarios públicos.

Pero los traslados no eran esta vez para cubrir esa acumulación de pagos (que se efectúan mediante transferencia bancaria). Se pretendía impedir que escasease el dinero si los perceptores de esos fondos decidían sacarlos de su oficina al mismo tiempo.

El Banco Popular tiene 4,1 millones de clientes en España y dispone de una red de 1.762 sucursales en la Península Ibérica, con una destacada implantación en regiones como Galicia. Su cuota de mercado en términos de sucursales es del 6% en España.

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