Pugna entre la banca y las grandes auditoras por el robo de equipos financieros
Las cuatro firmas se llevaban hasta este momento a directivos de la banca y ahora las entidades están captando equipos completos que conocen datos sensibles de los balances de todo el sector
Los bancos están volcados en este momento en robar a expertos financieros de las cuatro grandes auditoras. Lo hacen conscientes de la información valiosa que manejan ahora algunos de ellos sobre los balances de la mayoría de las entidades españolas después de la profunda reestructuración del sector bancario.
Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes del sector, los principales grupos financieros del país están a la caza de directivos financieros de las cuatro grandes auditoras.
La banca no persigue el fichaje de miembros aislados: el plan es llevarse a equipos completos de los departamentos espefícicos que conocen los entresijos de los balances de todo el sector financiero. Unas personas, en concreto, que puedan proporcionarles datos sensibles de la competencia.
Algunas de las operaciones, reconocen en una importante entidad del país, se cierran en encuentros reservados en restaurantes. Y en la mayoría de ellas participan incluso representantes de empresas de cazatalentos.
Ofrecen mejoras salariales de hasta el 30%
En esas reuniones, estas empresas de cazatalentos solicitan a miembros de las auditoras contactos de directivos (y sus equipos) especializados en materia financiera. Se piden nombres y apellidos, además de sus formas de contacto.
Unos datos que posteriomente son facilitados a la banca, sobre todo a grandes entidades como Santander y BBVA, que entran en comunicación con ellos para realizarles una jugosa oferta.
En algunos casos, explican, se ofrecen mejoras salariales que contemplan incrementos entre un 20 y un 30%, según el puesto y el tiempo que lleve en ese trabajo.
Las auditoras se protegen del ataque de la banca
Las auditoras, las cuatro grandes (Deloitte, PriceWaterhouseCoopers, KPMG y Ernst & Young) están reaccionando con rapidez a esta ofensiva para retener a la plantilla.
Están incluyendo en los contratos de sus empleados más valiosos cláusulas de permanencia, que están generalmente vinculadas a la formación. Se entiende que si la empresa paga un máster o cualquier otro tipo de formación a un empleado, es lógico que luego le exija una permanencia.
Este escenario no impide, sin embargo, el fichaje definitivo por parte de la banca. Pero el empleado tendrá que asumir en todo caso el coste que ocasionó a la compañía si decide irse, lo que ya les lleva a pensárselo dos veces.
