Rajoy dio orden a sus ministros de no filtrar los datos del descenso del paro en agosto: se reservó el anuncio porque considera que el mensaje de recuperación de la economía aún no ha calado

Mariano Rajoy ha querido protagonizar en persona el anuncio de la bajada del paro en agosto. Se reservó para él esta comunicación a todos los españoles por un motivo: ha detectado que los síntomas de recuperación de la economía que el Gobierno se está esforzando en vender en los últimos meses no están calando en la calle.

Este lunes, a tan solo un día de que el Ministerio de Empleo facilitara los datos de paro registrado correspondientes al mes de agosto, Rajoy avanzó que la cifra de paro registrado en el Servicio Público de Empleo Estatal (antiguo Inem) en agosto “iba a ser un buen dato, el mejor desde el año 2000”.

No es la primera vez que el presidente del Gobierno da un avance de los datos de desempleo, ya que el pasado 1 de agosto también lo hizo durante su comparecencia en el Congreso. Pero en aquella ocasión fue más prudente y no fue tan preciso.

No filtrar los buenos datos de desempleo

Fuentes cercanas a Mariano Rajoy, con las que ha hablado El Confidencial Digital, explican que el jefe del Ejecutivo no quería que los datos del paro se filtrasen con anterioridad, como cuando algún miembro del Gobierno ha realizado algún avance de las cifras en los últimos días del mes.

Ahora, por primera vez desde el año 2000, el paro ha bajado en un mes de agosto, y lo hace en 31 personas. Con este retroceso, el número de parados se sitúa en los 4.698.783 desempleados y encadena así su sexto descenso consecutivo.

El dato destaca también porque este mes suele ser habitualmente malo para el empleo, por el fin de los contratos de la temporada de verano. Así, la variación del desempleo en un mes de agosto en toda la serie histórica, desde 1996, muestra una subida media del desempleo de 27.439 personas. En 2000, el retroceso fue de 4.297 parados.

Vender la recuperación a la gente de la calle

Por ello, según las fuentes consultadas, Rajoy quiere que estos buenos datos en materia de desempleo supongan un importante golpe de efecto que haga creer al ciudadano de a pie que la recuperación de la economía española está a la vuelta de la esquina. Y, por tanto, decidió que él tenía que protagonizar el anuncio.

En Moncloa han detectado que, hasta el momento, ese repunte de la economía que muestran algunos indicadores no se ha conseguido trasladar a la calle. Se entiende que datos positivos de la balanza comercial o de las exportaciones son demasiado fríos para poder ser entendidos por los ciudadanos.

 

Pero la bajada del paro, al ser un problema que afecta a casi 5 millones de personas, sí permite ser destacado y vendido como un síntoma inequívoco de mejora de la economía y que a su vez llega a todos los españoles.

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