España tiene opciones de presidir el ‘Fondo de Rescate Europeo’, con el nombramiento de Belén Romana, para compensar la salida del BCE. Rajoy se ha asegurado el apoyo de Sarkozy

El Ejecutivo da por definitivamente perdido el puesto que tenía España en el Banco Central Europeo, es decir, descarta que Antonio Sainz de Vicuña pueda sustituir a González-Páramo cuando termine su mandato.

A pesar de que ‘oficialmente’ el ministerio de Economía insiste en que su candidatura se mantiene firme, sin embargo todo apunta a que será el luxemburgués Yves Mersch quien ocupe finalmente el cargo.

Belén Romana

El ministro de Economía, Luis de Guindos, considera que España no puede quedar fuera de los cargos de máxima responsabilidad de las altas instituciones comunitarias, y que más vale una presencia, aunque sea de segundo nivel, que quedar fuera de juego en Bruselas.

Así que, para compensar la pérdida de poder provocada por la ausencia del BCE, el Gobierno se está moviendo para lograr la presidencia del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, según fuentes del Ejecutivo consultadas por ECD.

Conocido como “Fondo Europeo de Rescate”, su finalidad es preservar la estabilidad financiera en Europa, a través del ofrecimiento de ayuda financiera a estados de la zona del euro que se hallen en una situación de crisis económica.

Belén Romana es el nombre que maneja De Guindos para presidir el Fondo. Romana fue directora general del Tesoro, a las órdenes de Rodrigo Rato, en el último Gobierno de José María Aznar. Actualmente, es consejera de Banesto.

Apoyo de Sarkozy

Las opciones para hacerse con la presidencia se basan en que el Gobierno ha conseguido ya el apoyo de Sarkozy a la candidatura española.

Como contrapartida, España se ha comprometido a apoyar a Philippe de Fontaine Vive, candidato francés a dirigir el Banco de Reestructuración y Desarrollo, y que también cuenta con el visto bueno de Angela Merkel.

El respaldo de Francia, según las fuentes conocedoras de las conversaciones, viene a suplir el apoyo que Sarkozy comprometió en enero a Rajoy, en Moncloa, al candidato español Antonio Sainz de Vicuña para el puesto en el consejo del Banco Central Europeo, y que posteriormente retiró para respaldar a Yves Mersch (Luxemburgo), siguiendo los dictados de Merkel.

Por primera vez fuera del BCE

Según las fuentes consultadas, el Gobierno español va a argumentar su intento de lograr un puesto en las altas esferas europeas alegando que todo el poder no puede quedar en manos de Alemania (Eurogrupo), Francia (Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo) y Luxemburgo (BCE).

Pero no será el único argumento. También se pretende que Bruselas valore el sacrificio español de ceder, por primera vez, la silla que ha tenido en el BCE desde su creación.

Según una tradición no escrita, los grandes Estados de la eurozona -Alemania, Francia, España e Italia- tienen garantizados cuatro de los seis puestos del comité ejecutivo del banco.