Elena Salgado ha pedido perdón a los grandes bancos (Santander y BBVA), y a expertos como Luis de Guindos, por no haber bloqueado en la UE las nuevas exigencias de capital

Elena Salgado se ha esforzado en defender públicamente el acuerdo de recapitalización bancaria adoptado por la UE, a la vista del monumental enfado de la gran banca española. Pero en privado ha pedido disculpas a banqueros, empresarios y economistas de prestigio.

Según ha podido saber El Confidencial Digital, de fuentes financieras, la vicepresidenta económica ha mantenido, en los días posteriores a la Cumbre Europea de Bruselas, reuniones con consejeros de los grandes bancos españoles, entre ellos, representantes del Santander y del BBVA, así como con empresarios y expertos de prestigio.

Entre los convocados de forma reservada por la ministra, además de los bancos, se encuentran también relevantes economistas como Luis de Guindos, director del Instituto de Empresa (IE), uno de los nombres que aparece en las quinielas como posible ministro económico de Rajoy; Emilio Ontiveros, presidente de AFI (Analistas Financieros Internacionales) o José Luis Feito, presidente de la Comisión de Economía de la CEOE.

Durante esos encuentros reservados, les ha detallado los pormenores del acuerdo y ha admitido, también, algunos errores durante la negociación en la UE de las condiciones de la recapitalización bancaria, que costará casi 20.000 millones de euros a las entidades españolas.

España está atada de pies y manos

Según las fuentes consultadas, Salgado admite en privado que el pacto alcanzado en Bruselas beneficia claramente a los bancos alemanes y franceses.

En estas reuniones, argumenta a sus interlocutores que España está “atada de pies y manos”, y que el margen de maniobra del Gobierno es limitadísimo.

Da a entender, según fuentes cercanas a los encuentros, que hay que tener en cuenta quién manda realmente en Europa, en clara alusión a Angela Merkel y Nicolas Sarkozy. Por ello, no acaba de asumir las duras críticas vertidas por las entidades financieras contra el Gobierno y el Banco de España.

Opina que lo justo sería que las iras del sector financiero español cargasen contra el presidente francés y la canciller alemana, que son los que han defendido que ésta era la mejor solución para resolver la crisis de deuda en la zona euro.

Críticas en el PSOE

 

También en el PSOE se han escuchado críticas a la actuación del Gobierno en este asunto, y singularmente a la vicepresidenta segunda.

Fuentes socialistas, consultadas por ECD, se quejan de que en este caso el Ejecutivo no ha hecho bien los deberes, no ha ejercido el peso suficiente en Bruselas para no ceder a las presiones de Merkel y Sarkozy, castigando así los intereses de España como nación.

En las horas siguientes al acuerdo de Bruselas, algunos dirigentes socialistas intentaron ponerse en contacto con la vicepresidenta económica para recriminarle lo ocurrido en la capital comunitaria, y les fue imposible: Elena Salgado no respondía a las llamadas.

Esas fuentes socialistas llegan a afirmar que la ministra, ya de salida a 20 días de las elecciones, se ha relajado demasiado y no ha atendido adecuadamente sus obligaciones antes de dejar el Gobierno.

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