Toma de posesión de Obama. Cómo afectarán a las empresas españolas las propuestas económicas del nuevo presidente estadounidense

Son varios los expertos en economía que, según reconocen en El Confidencial Digital, tienen claro que el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien toma posesión de su cargo hoy en Washington, “puede que no traiga el cambio que promete, pero sí un viento fresco” a la convulsa situación económica mundial.

Rafael Pampillón, profesor de Economía del IE Business School, explica en ECD que “en principio, y de acuerdo con lo que se ha visto a lo largo de la campaña electoral de Obama, el nuevo Gobierno será más proteccionista que el de Bush”.

“Obama se debe a sus votantes, y no podemos olvidar que muchos de ellos son trabajadores o incluso sindicalistas que ven como sus intereses se están viendo amenazados por la fuerte competencia de economías emergentes”, subraya el profesor del instituto de Empresa.

Pampillón resume en cinco líneas de acción las propuestas económicas del nuevo residente de la Casa Blanca:

-- Reducción de impuestos. El objetivo final de este tipo de medidas es estimular el consumo y de forma paralela fomentar la inversión en el país. La bajada de cargas impositivas animará a bastantes inversores extranjeros y son varias las empresas españolas que están mostrando interés en la región: Gamesa, Iberdrola, Acciona, Constructora San José, Porcelanosa, Grifols, Cementos Porland o Grupo Lezama, entre otros.

-- Dedicar una cantidad mayor al gasto público: dos veces más que el ahorro fiscal. El experto del IE apunta que el grueso de este plan de rescate se destinará a bancos, inversión pública (infraestructuras), sanidad, educación y medidas de ahorro energético y energías alternativas. Desde España, varias firmas se aprovecharán de esta inyección, además de las anteriormente mencionadas. Podría ser el caso de OHL, Ferrovial, ACS, o de bancos como BBVA o Santander.

-- Cambiar la regulación financiera con urgencia, antes de marzo, especialmente en lo concerniente al tratamiento del capital de los bancos y resto de agentes financieros, evitando el arbitraje regulatorio que es parte importante del origen de esta crisis.

-- Proteccionismo comercial que favorezca la producción de EEUU frente a la competencia internacional. En épocas de crisis, “se multiplican las tentaciones proteccionistas”, añade en referencia por ejemplo a la paralización de la Ronda de Doha o algunos avances de la globalización que “tanto han beneficiado a países que han conseguido salir de la pobreza y disfrutar de una mayor libertad”.

Prueba de ello serían la paralización de los Tratados de Libre Comercio con países como Colombia o Corea del Sur o la restricción de las relaciones comerciales con China. En la misma línea, son varios los indicios que apuntan hacia una revisión de estos acuerdos bilaterales con Canadá y México.

-- Consensuar las medidas con los republicanos, incluyendo también sus propuestas, como la de Ben Bernanke de comprar los activos tóxicos a los bancos a cambio de parte de su capital, como forma de recapitalizarlos más agresivamente.

Otras medidas, que aunque no entran en el plano estrictamente económico también tendrán consecuencias en la economía española: la más que probable apertura hacia el régimen de La Habana. “Hay que recordar que España es líder en el sector turístico en Cuba”, apunta Pampillón, por lo que este cambio en las relaciones de Washington y La Habana podría acarrear beneficios a empresas punteras en este sector, como el grupo hotelero Barceló.