Están en juego más de 500 puestos de trabajo

La crisis de Volkswagen comienza a pasar factura a las empresas españolas

El grupo Gestamp contempla una inversión de 160 millones en una planta en Estados Unidos para abastecer de piezas de carrocería a la multinacional alemana

Sede de Volkswagen.
Sede de Volkswagen.

El escándalo de las trampas de Volkswagen, destapado por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos, amenaza con golpear seriamente también a empresas españolas referentes en el sector de componentes para la industria automovilística, como Gestamp y Grupo Antolín.

El grupo alemán Volkswagen seleccionó hace unos meses a 44 proveedores con los que colaborar más a fondo a través de su nuevo programa Future Automotive Supply Tracks (FAST), entre los que se encuentran únicamente dos empresas españolas, Grupo Antolin y Gestamp Automoción.

Destacan por haber demostrado un rendimiento espectacular en sus respectivos campos de actuación.

Fuentes del sector, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, vaticinan ahora que algunas de ellas verán afectado su volumen de negocio, si finalmente Volkswagen reduce las inversiones previstas y, por consiguiente, el número de pedidos,

Se producirán como consecuencia de las multas millonarias a las que deberá hacer frente, no solo en Estados Unidos, por el escándalo de las emisiones.

Se encuentran en juego 500 empleos

Gestamp anunció en junio una inversión de 160 millones de euros, en la que será su séptima planta en Estados Unidos. Fabricará piezas de carrocería, estructurales y chasis para la multinacional alemana.

El proyecto incluye una factoría en Chattanooga (Tennessee) para abastecer a la planta de Volkswagen en esta zona de Estados Unidos.

La compañía española explicó, en ese momento, que la nueva planta permitirá también la creación de 510 puestos de trabajo.

Piezas para el nuevo SUV de Volkswagen

El plan de Gestamp contempla la expansión de la planta con la que actualmente cuenta en Chattanooga y la construcción de una nueva instalación para dar cabida a la estampación de piezas de carrocería para el nuevo SUV de tamaño medio de Volkswagen.

Fabricará allí piezas de chasis por primera vez en el mercado estadounidense, con lo que podrá ofrecer toda su cartera de productos en este país, el tercero por facturación del grupo.

 

ECD se ha puesto en contacto con Gestamp para conocer su postura. El grupo ha declinado realizar comentarios, en referencia a las consecuencias de la crisis de Wolkswagen para el proveedor español, porque la política de la compañía es no hablar de sus clientes.

Antolín se apoyará en la diversificación de la cartera

Uno de cada cuatro techos de los vehículos de todo el mundo está fabricado por el Grupo Antolín que, tras la integración de la canadiense Magna Interiors, podrá diversificar tanto sus productos como su cartera de clientes.

De esta manera, fuentes del mercado destacan a ECD que, ante la crisis de Wolskwagen, la compañía cuenta con la ventaja de que trabaja con todos los fabricantes, lo que les permite compensar una eventual caída de los pedidos por parte de la multinacional alemana.

Con la adquisición de Magna, el grupo gana tecnología para los paneles de las puertas y, sobre todo, de la instrumentación del vehículo. También producirá asientos e iluminación.

Además, consolida clientes como Ford, Renault-Nissan, Fiat-Chrysler, PSA Peugeot Citroën Daimler, Hyundai-Kia o General Motors. En esta última refuerza su presencia, como también lo va a hacer en marcas premium con las que ya trabajaba como BMW, Jaguar Land Rover, Porsche o Audi.

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