El plan de Zapatero para Garoña, un fiasco: 1.000 empleos prometidos y sólo 56 conseguidos

El objetivo era paliar la pérdida de puestos de trabajo que conllevaba su decisión de cerrar esta central nuclear. Y el resultado no deja lugar a dudas: un auténtico fiasco. Otra prueba más de la incertidumbre empresarial que generan los cambios de gobierno en España: el PSOE cerró la planta en 2009 y prometió inversiones de 900 millones de euros para revitalizar la zona; el PP llega al poder a finales de 2011 y cancela ese plan un año después.

De los 900 millones de euros de inversión, ni rastro. El PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero trazó un plan para reindustrilizar la zona que incluía un nuevo parador nacional, línea de alta velocidad y el desdoblamiento de la Nacional I. La realidad es que sólo se han gastado 20 millones en diversos proyectos.

Del parador nacional no se supo nunca ni el lugar exacto donde se podría ubicar. Se ofrecieron dos ayuntamientos a ubicarlo, pero nunca se llegó a plantear seriamente ni se hizo una sola gestión para poner la primera piedra. La línea de alta velocidad es ya solo un sueño mientras que el desdoblamiento de la Nacional I y la Autopista Dos Mares ya se ha rechazado oficialmente.

Puestos de trabajo

Prometió el PSOE que se crearían 1.000 puestos de trabajo gracias a los proyectos que se iban a subvencionar y a financiar con créditos blandos. La realidad, según el estudio final del Colegio de Economistas de Burgos, es que sólo se han creado 56 empleos.

Parte de los éxitos prometidos por Zapatero iban a venir de Enisa, la Empresa Nacional de Innovación. Estaban disponibles 20 millones de euros para proyectos de pequeñas y medianas empresas que se instalaran en la zona y desarrollaran el I+D. Según el informe de los economistas burgaleses “no consta ningún proyecto acogido a esta modalidad de ayudas”.

Hay una cosa peor aún, que retrata a los políticos que pusieron en marcha este plan. Se anunció en 2009 a bombo y platillo el Consejo de Dinamización de la Economía y el Empleo. Lo presidía el entonces ministro Manuel Chaves. ¿Cuántas veces se reunió este Consejo para seguir la evolución del Plan? Ninguna.

Lógicamente, el Plan Garoña de Zapatero es definido por los economistas burgaleses como “incapaz de servir de alternativa a la central” o advierten de la “insuficiencia de las medidas adoptadas”.

Las eléctricas dudan

Con la central cerrada y un plan de dinamización alternativo que ha sido un fiasco, la decisión del nuevo gobierno de facilitar la apertura de la central genera dudas en las dos compañías propietarias, Endesa e Iberdrola. Abrir de nuevo la planta necesitaría una inversión de 150 millones de euros hasta 2019 para cumplir con las exigencias de seguridad impuestas por Europa tras el accidente de Fukushima. Los beneficios de la central a septiembre de 2012 eran de 9,7 millones y los fondos propios no llegaban a 150 millones. Realizar esa inversión y que un posible cambio de gobierno vuelva a cambiar las reglas del juego de los nucleares serían mortales para las compañías.