El ahorro en la factura energética de los calefactores eléctricos dispara la compra de aparatos
La subida del precio del gas ha provocado el aumento en el uso de radiadores inteligentes y convectores para evitar encender la calefacción
La inflación y el alto precio de la factura energética ha provocado que muchos usuarios busquen formas alternativas para calentar sus hogares. En los últimos años los calefactores eléctricos han avanzado mucho tecnológicamente, y por lo tanto se busca apostar por sistemas de bajo consumo, lo que conlleva un menor gasto económico.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha comentado a Confidencial Digital que en 2022 las ventas por internet de radiadores inteligentes (también conocidos como paneles radiadores) han aumentado en España un 38% respecto al año anterior. Además, los llamados convectores -que son aparatos que utilizan la corriente eléctrica para transformar el aire frío en aire caliente para expulsarlo- se han vendido un 58,5% más. A su vez, los radiadores eléctricos tradicionales han tenido una reducción en el número de unidades vendidas de casi el 11%.
MediaMarkt ha apuntado a ECD que “sí que hemos notado que el comportamiento de los clientes está variando”, y ha añadido que “están apostando por sistemas de bajo consumo que favorezcan el ahorro, y que, a su vez, sean más respetuosos con el entorno”.
Por su parte, la empresa de radiadores eléctricos NOBO ha señalado a este medio que “hemos aumentado considerablemente -entre un 10 y un 15%- la venta de radiadores eléctricos de nuestra marca NOBO. Sobre todo en el ultimo año con respecto a los anteriores, debido al aumento del precio del gas”.
¿Por qué se opta por estos dispositivos?
Una de las mayores ventajas de los calefactores eléctricos inteligentes es su bajo consumo. Desde Fahor resaltan que “gracias a la inercia térmica, por 6 horas de consumo se pagan 3, con unos dispositivos que solo tardan entre 10 y 12 minutos en calentarse”. En la OCU explican que “este espectacular aumento parece debido al incremento del precio del gas y de la electricidad, que ha llevado a muchos consumidores a priorizar calentar estancias concretas”.
MeadiaMarkt ha aclarado que “cada vez más, los clientes valoran otro tipo de aspectos, como el consumo o los niveles de ahorro. Nuestra estrategia como compañía, desde hace años ha sido apostar por sistemas de calefacción eléctricos de bajo consumo, y la acogida que tiene entre los clientes nos demuestra que ha sido acertada.”
Igualmente, la compañía NOBO valora que “los edificios con calefacción central están obligados este año ha ajustarse a la nueva normativa por la que deben instalar contadores individuales o contar con otros sistemas de calefacción con control individualizado. Y en muchos de estos casos los afectados optan por cambiarse a radiadores eléctricos debido a la facilidad de instalación y a su eficiencia”.
Calefacción tradicional vs eléctrica
La Organización de Consumidores y Usuarios ha aclarado que “nosotros no recomendamos por lo general la calefacción eléctrica tradicional salvo para determinadas situaciones o como apoyo (de forma puntual en una habitación y durante un tiempo limitado). Pero en cambio sí recomendamos la bomba de calor (aerotermia) porque los rendimientos son muy altos, y su utilización acaba resultando mucho más económica”. Además, desde la entidad han mencionado que en las ventas por internet de 2022 el mercado de la calefacción eléctrica “se ha contraído un 4.3%, pero con grandes variaciones entre las distintas categorías que lo componen”.
Rubén Sánchez, secretario general de FACUA, ha declarado a Confidencial Digital que: “los usuarios tienen que tener en cuenta dos elementos. Por un lado, si cuentan gas natural en sus casas pueden pasarse a la tarifa TUR y bajar el consumo energético. Además, si poseen calefacción eléctrica han de valorar si tienen derecho a optar al bono social de electricidad, que también les permitirá un ahorro en su factura”.
Por su parte, desde NOBO agregan que “el mayor ahorro se produce en que la instalación no requiere ningún gasto, ya que es muy sencilla. En el caso de otros sistemas es necesaria una costosa instalación con necesidad de realizar obras en casa, y eso acaba conllevando un coste elevado. Además, el consumo, según muchos de nuestros clientes, es muy parecido o incluso inferior a otros sistemas de calefacción, como radiadores de gas o de agua caliente.
