Aviso de Bruselas al Gobierno: el Estado debe salir de la nueva ‘Caixa-Bankia’ en año y medio
Moncloa ha recibido una seria advertencia de la Comisión Europea. El mensaje de que el FROB “no tiene prisa por vender” es solo una estrategia para calmar a Podemos
La gran duda que sobrevuela el mundo político y financiero tras el anuncio de la fusión CaixaBank-Bankia es si el Gobierno jugará un papel destacado en el nuevo banco o, por el contrario, apuesta por privatizar cuanto antes la participación que controla. Por lo pronto, Bruselas ha marcado un horizonte al equipo económico de Pedro Sánchez.
El Ejecutivo ha declarado públicamente que no tiene, hoy por hoy, ninguna prisa por deshacerse de su paquete en el banco.
El plan del FROB pasa así por “seguir como segundo accionista” a “largo plazo” y “esperar” hasta que se despeje la situación económica para calibrar qué decisiones son las mejores para el contribuyente. Ese es el mensaje que distintas fuentes gubernamentales se han esforzado en destacar en los últimos días.
El Estado va a perder el control
El Estado tendrá entre un 14 y un 15% del capital de la entidad resultante, con lo que se convertirá en segundo accionista, lo que elimina uno de los principales quebraderos de cabeza del Gobierno.
El FROB controla en la actualidad algo más del 61% de Bankia, y pasará ahora a un segundo plano en el futuro banco, con una participación muy alejada de la mayoría y con un accionista, la Fundación ‘laCaixa’, a través de Criteria, que ostentará el 30%.
Una desinversión en año y medio
Pese a que el movimiento supone un avance importante en la privatización de Bankia, fuentes de la cúpula económica del Gobierno reconocen a Confidencial Digital que el mensaje que Moncloa ha recibido de la Comisión Europea es que el plazo para dejar de ser un banco de capital público vence a finales de 2021, es decir, en menos de año y medio.
Aunque Bruselas ha venido prorrogando los plazos en los últimos años, la advertencia que ha trasladado ahora al Ejecutivo español tras conocer la operación con CaixaBank es clara: el Estado está obligado a privatizar Bankia a medio plazo.
“Hay que cumplir los compromisos”
Rechaza el plan de Podemos de mantener Bankia en manos estatales tras haber recibido 22.400 millones de euros públicos con un préstamo comunitario. “Los compromisos hay que cumplirlos”, explican tajantes a ECD fuentes del Ejecutivo que conocen las conversaciones que se han mantenido en los últimos días con la Comisión Europea.
Recuerdan que cuando Bruselas aceptó que determinados bancos recibieran ayudas de Estado se hizo en el entendido de que se respetarían una serie de promesas de futuro, incluida la privatización.
“Los dos elementos van juntos, forman parte de un paquete”, señalan. Subrayan además el efecto que tendría no cumplir el compromiso de privatización por la competencia desleal que implicaría para los que no recibieron ayudas públicas.
El aviso también ha llegado al Ministerio de Economía desde el Banco Central Europeo (BCE), donde el ex ministro Luis de Guindos ejerce como vicepresidente. Un mandato que, anticipan en Moncloa, volverá a convertirse en un elemento de fricción entre los socios de coalición del Gobierno.
Se perderá la mitad del rescate
Con la advertencia de Bruselas encima de la mesa, el equipo económico de Pedro Sánchez cuenta con que en un futuro el valor de la acción suba y se abran ventanas de oportunidad para recuperar una parte de los 22.400 millones que los ciudadanos inyectaron en Bankia en 2012 en el rescate de la entidad.
Sin embargo, nadie se lleva a engaño: ese futuro no parece cercano y no se recuperará tal cantidad de ayudas, “ni siquiera la mitad”. Así que, insisten, lo que toca es esperar y ver hasta dónde evoluciona la crisis económica, el sistema financiero y la entidad resultante de la operación.
Por ahora, el objetivo trazado por el FROB es tratar de recuperar la mayor cuantía de fondos posible pasando a controlar el 14% del nuevo gigante bancario español, del que podrá vender participaciones de pequeño tamaño con mayor facilidad.
Dar tiempo a Pablo Iglesias
Fuentes de la cúpula económica del Gobierno destacan que la fusión es favorable para el Estado. Recuerdan que el valor de su participación subió 500 millones solo tras el anuncio del proyecto de fusión. El mercado entendió que Bankia y CaixaBank valen más juntas que por separado.
Pese a ello, Unidas Podemos ha venido apostando por conservar la titularidad estatal de Bankia para utilizarla como una suerte de banca pública que permita apoyar determinados proyectos.
Una idea que no casa con el mandato de Bruselas ni con los preceptos, más ortodoxos, de la parte socialista del Gobierno encabezada por Nadia Calviño.
En el equipo económico de Moncloa admiten a ECD que el mensaje de que el Estado renuncia a su salida paulatina futura busca sobre todo rebajar la tensión con Podemos tras darse a conocer la operación. “Es una forma de dar tiempo a Iglesias para digerir su cambio de discurso”, explican. “Pero la hoja de ruta está trazada por la UE”, reconocen.
