El BCE no obligará a Carlos Torres a dejar la presidencia de BBVA cuando sea imputado por el ‘caso Villarejo’

A pesar de las presiones de Luis De Guindos desde Frankfurt, el Banco Central Europeo tiene decidido no forzar una dimisión mientras no exista sentencia firme

Carlos Torres.
Carlos Torres.

El BCE tiene decidido salvar a Carlos Torres como presidente de BBVA aunque se vea imputado por el ‘caso Villarejo’. Pese a las advertencias que viene lanzando el vicepresidente del organismo, Luis de Guindos, el Banco Central Europeo tiene decidido no reclamar cambios en la cúpula del banco mientras no exista sentencia firme.

La Fiscalía Anticorrupción está estudiando, además de proceder contra BBVA como persona jurídica, pedir la imputación de los miembros del actual consejo de la entidad que estuvieran en dicho órgano hasta 2017, año en el que finalizó el contrato con Cenyt, la sociedad vinculada al ex comisario Villarejo, que estuvo en vigor durante 13 años.

Por lo tanto, una vez que se produzca la imputación, pasarían a ser investigados destacados miembros del consejo actual, incluido Carlos Torres, presidente desde el pasado mes de enero y anteriormente, consejero delegado.

BBVA ha admitido haber pagado más de 10 millones de euros al ex comisario entre 2004 y 2018. La imputación de Anticorrupción abarcaría los últimos ejercicios y afectaría al periodo en el que Torres ya era número dos de la entidad, cargo al que accedió en 2015.

El BCE no forzará la salida de Torres

En este caso de presunta trama de espionaje a políticos, empresarios y periodistas, el BCE revisará el criterio referente a la reputación de los imputados, para ver si cumplen las condiciones de idoneidad para continuar en sus cargos.

En concreto, deberá analizar si los afectados tienen antecedentes penales limpios, si no cargan a sus espaldas con irregularidades administrativas o fiscales, y también tendrá en cuenta los procedimientos judiciales en los que se encuentran implicados.

Con todo, según ha podido saber Confidencial Digital por directivos en Frankfurt, el BCE tiene decidido que no forzará la salida de Carlos Torres de la presidencia de BBVA si no encuentra fallos en la gestión del banco.

Esto significa que esperará a conocer la sentencia para tomar medidas, y no forzará una dimisión de Torres mientras no exista una condena judicial.

Estabilidad comprometida

Desde el punto de vista de la supervisión, el BCE entraría de lleno en este asunto si se viera comprometida la estabilidad financiera, ya que el BBVA es una entidad sistémica y el segundo mayor banco español.

 

Para el organismo europeo, lo relevante son las consecuencias que pudieran seguirse para la entidad como institución, es decir, si perdiera negocio, tanto en depósitos como créditos, sufriera en la cotización o se viera afectado su gobierno corporativo.

Además, según las fuentes consultadas por ECD, FG también va a quedar fuera del foco de acción del BCE. Se retiró como primer ejecutivo el pasado diciembre y, tres meses después, abandonó la presidencia honorífica y de la Fundación BBVA.

Cambios en la cúpula de BBVA

No obstante, el Banco Central Europeo ha apuntado a la posibilidad de pedir cambios en el equipo de gobierno de la entidad si BBVA o algún miembro del consejo de administración acaban imputados por el escándalo de espionaje.

El consejo de administración se compone en la actualidad de 15 miembros. De ellos, tienen funciones ejecutivas sólo el presidente, Carlos Torres, y el consejero delegado, Onur Genç.

Del resto de vocales, ocho son independientes (José Miguel Andrés Tordecillas, Jaime Caruana, Belén Garijo, Kumar Kapoor, Lourdes Maíz, Ana Peralta, Juan Pi Llorens, Jan Verplancke) y cinco externos (Tomás Alfaro, José Manuel González Páramo, Carlos Loring, José Maldonado y Susana Rodríguez Vidarte).

Todos, a excepción de Onur Genç, que fue nombrado número dos el pasado diciembre, entraron a formar parte del órgano ejecutivo bajo el mandato de Francisco González.

Las advertencias de Luis de Guindos

Públicamente, ni el BCE ni el Banco de España hacen mención alguna expresa al caso BBVA, aunque la inquietud se mantiene “latente”, según explican las fuentes financieras consultadas por ECD.

Los supervisores han negado taxativamente que estén condicionando a los grandes propietarios del banco (los fondos de inversión) para que se produzca un relevo en la cúpula de BBVA, presidido por Carlos Torres.

El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, ha sido de los pocos ejecutivos de Frankfurt que ha mostrado en público su preocupación.

Hace unas semanas, apuntó que “lo más relevante” es lo que digan los tribunales, una vez que el caso está judicializado. “Los principales interesados son los propios gestores del banco, y lo fundamental no es solo la rapidez, sino que también se pongan de manifiesto todos los elementos que han podido concurrir”, indicó.

Además, el ex ministro de Economía ha llegado a lanzar alguna advertencia a BBVA para que depure responsabilidades y aclare cuanto antes la situación creada.

Su preocupación ha ido a más durante las últimas semanas, consciente de que un cierre en falso de la crisis puede afectar, no solo a BBVA, sino incluso extenderse al resto del sector bancario español, cuya imagen ya se encuentra deteriorada por los conflictos con los clientes durante los años de la crisis económica y financiera.

Carlos Torres, que fue consejero delegado de BBVA entre 2015 y 2018, apenas ha realizado menciones específicas al ‘caso Villarejo’ en sus últimas comparecencias públicas.

Junto a su número dos, Onur Genç, insisten en la necesidad de que lo que realmente interesa al banco es la evolución de un negocio condicionado por las variables de los territorios donde se encuentra.

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