Los bufetes están blindando sus bases de datos y exigen a los abogados que firmen contratos ‘antitransfugismo’ para evitar que les roben clientes si se van

Si algo preocupa a los despachos de abogados, especialmente a los de pequeño y mediano tamaño, es el ‘robo’ de clientes por parte de antiguos empleados. Blindar las bases de datos de su clientela y firmar contratos que recojan un período de incompatibilidad para trabajar con esos clientes una vez se abandone el bufete son algunos de los recursos que emplean las firmas para proteger su negocio.

“La legislación de la actividad de la abogacía no está muy desarrollada y a los jueces les pesa demasiado la libertad de mercado”, resumen a El Confidencial Digital desde algunos de los despachos de mediano y gran tamaño más representativos del país. Las mismas fuentes lamentan “lo fácil que irse de un despacho, llevarse clientes y montarse por su cuenta, cuando casi no hay nada que te lo impida, más allá de la ética profesional”.

Tal y como ha sabido este confidencial, la preocupación por evitar las ‘fugas’ es generalizada y buena muestra de ello es que este tema ha protagonizado varias sesiones, coloquios y corrillos en las últimas reuniones y congresos celebrados por despachos de abogados, auditores, consultores y asesores fiscales.

En uno de los más recientes, el de la Asociación Española de Asesores Fiscales celebrado a principios de mes en Valencia, los responsables de varios despachos de prestigio pusieron sobre la mesa sus preocupaciones en la materia y compartieron con sus compañeros de profesión las estrategias que están poniendo en marcha para evitar que antiguos empleados del despacho se vayan con parte de los clientes del mismo.

Algunas de las ‘armas’ más utilizadas para poner coto a este tipo de actuaciones son las siguientes:

-- ‘Blindar’ los contratos de trabajo de los nuevos fichajes, de forma que si alguno de ellos se va del despacho, no pueda atender por libre o para otra firma en un plazo de terminado –de entre 2 y 5 años - a los clientes que se le encomiendan.

-- Fomentar las medidas legales preventivas: se trata de imponer un modelo de contrato previo que recoja un reconocimiento de ambas partes de que “los clientes son del despacho, no del abogado que los atiende”.

-- Potenciar y fidelizar la ‘marca-despacho’, transmitiendo al cliente que trabaja con un equipo, no con una sola persona, de forma que si algún miembro de ese equipo se va, el cliente no se sienta solo, desamparado o traicionado. “Destinar al menos dos interlocutores distintos para cada cliente, enviar comunicados firmados por varios abogados de la firma, darle al cliente cursos de formación, conferencias, etc. impartidos por personas del despacho que nos son con las que trata habitualmente…” son algunas de las recomendaciones prácticas que responsables de recursos humanos de los principales despachos destacan a ECD.

-- Evaluar las fugas a medio – largo plazo y convencer al cliente de las ventajas de “seguir con el abogado de toda la vida, que le ha funcionado bien, y no dejarse engañar por rebajas en los honorarios que al final, salen más caros”, resumen desde Jordi Amado Consultores Asociados.

-- Evitar “la obsesión del socio”, esto es, dar la imagen de que convertir a un trabajador en socio del despacho es más una muestra de prestigio profesional, que de un mayor poder adquisitivo. “Entrar como socio profesional, desvinculando el nombramiento de la propiedad ayudaría bastante”, sugieren algunos despachos.

 

-- “Revisar la protección de las bases de datos” y considerar el correo electrónico como una herramienta de trabajo, por lo que se debe poder acceder a ella para proteger el fondo documental del despacho.

Video del día

Feijóo ironiza con la última encuesta del CIS: "Cuanta más corrupción
en el PSOE, parece ser que más suben en las encuestas"
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato