CaixaBank, El Corte Inglés, BBVA… logran del Gobierno poder aplicar sus ERE antes de endurecer las prejubilaciones

La Seguridad Social retrasa la reforma hasta el último trimestre del año y las empresas habrán cerrado ya sus despidos para final del verano

José Luis Escrivá.

Más de una veintena de grandes empresas han anunciado, en cadena, una oleada de despidos en las últimas semanas. Desde el sector bancario al turístico pasando por el textil o el automóvil. El Gobierno ha decidido retrasar la reforma que iba a endurecer las prejubilaciones para evitar salidas forzosas a toda prisa, antes que cambie el actual marco.

En apenas una semana, dos de los principales bancos españoles, CaixaBank, y BBVA, han puesto sobre la mesa un recorte de en torno a 12.000 puestos de trabajo. Han sentado las bases para lo que puede ser un ejercicio récord en lo que a despidos en la banca se refiere. 

También en otros sectores como el del comercio se han planteado ajustes de plantilla con el ERE de El Corte Inglés para 3.200 trabajadores como el más numeroso. 

El plan inicial del ministro Escrivá

La intención inicial del Gobierno era que la nueva fórmula para actualizar las pensiones y el recorte a las prejubilaciones llegara al Congreso “de forma inminente”, para sustituir la ley que rige desde 2013. 

El propio ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha justificado que esa normativa, aprobada durante el mandato de Mariano Rajoy, “supone una pérdida de poder adquisitivo de hasta el 30%” en el medio plazo. 

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Para evitarlo se propone acercar la edad media a la que se accede a la jubilación (64,5 años) a la legal (65,8 años), para lo que contempla elevar los desincentivos en el acceso al retiro anticipado voluntario y crear un nuevo modelo que premie con 12.000 euros cada año que se demore el retiro.

También pretende derogar el vigente índice de revalorización, que sólo garantiza una subida del 0,25%, para que las pensiones se actualicen conforme al IPC real. “Queremos asegurar el poder adquisitivo de las pensiones”, ha insistido.

Retraso de la reforma a final de año

Sin embargo, según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes conocedoras de los planes del Ejecutivo, el Ministerio de Seguridad Social ha decidido dar margen a las empresas para que lleven a cabo los últimos ajustes laborales antes de la reforma del sistema de pensiones que negocia ya con los agentes sociales.

En el primer bloque de la reforma se había incluido un nuevo mecanismo de revalorización de las pensiones, que se ligará al IPC, las penalizaciones a las prejubilaciones y que la edad efectiva de jubilación se equipare con la real.

Mensaje a empresarios y sindicatos

Fuentes empresariales y sindicales consultadas por ECD confirman que José Luis Escrivá se ha comprometido a pactar unas reformas que se implementen de manera gradual

El ministro de Seguridad Social ha comunicado también a empresarios y sindicatos que no trasladará una conclusión sobre este asunto antes del último trimestre del año.

Ha tenido en cuenta que ni a empresas ni a sindicatos les conviene acelerar ahora su respaldo a una reforma que tensaría las negociaciones que tienen en marcha compañías de todos los sectores para ajustar sus plantillas tras la pandemia. 

Se trata también de evitar una avalancha de regulaciones de empleo que quieran anticiparse a un endurecimiento de la norma. 

Despidos antes del final del verano

Con este escenario, el calendario con el que trabajan la mayoría de las compañías que han anunciado despidos masivos es que las negociaciones puedan estar cerradas antes de que acabe el segundo trimestre del año. De aquí a junio deben haber llegado a un acuerdo con los representantes de los trabajadores para ejecutar el ERE.

No obstante, algunas empresas como Airbus, ya han completado sus acuerdos sobre salidas voluntarias garantizando a sus actuales y futuros prejubilados que una nueva regulación no afectará a sus prestaciones hasta el retiro.

Salidas menos caras y mejor pagadas

No se pasa por alto que las prejubilaciones han sido la medida estrella para reducir plantilla en las empresas con costes a cargo del Estado. En la anterior oleada de fusiones bancarias provocada por la crisis y el rescate de las cajas, los ajustes se realizaron mediante prejubilaciones en vez de despidos con indemnización

Esta medida consiste en que los trabajadores, a partir de cierta edad, se van al paro y cobran la prestación los dos años que permite la ley, normalmente complementada por la empresa. A partir de ahí, la compañía paga un porcentaje del salario –y las cotizaciones a la Seguridad Social- hasta que el empleado alcanza los 61 años y accede a la jubilación anticipada, con lo que pasa a cobrar la pensión.

La prejubilación tiene grandes ventajas tanto para la empresa como para el trabajador. La compañía se ahorra buena parte de las indemnizaciones, que en banca suelen ser las más altas de todos los sectores empresariales, a costa del erario público. 

Y el empleado mantiene un elevado porcentaje de su sueldo hasta que se prejubila, y entonces lo hace con la pensión máxima en el caso generalizado de los de banca.

Eso significa que la prejubilación hubiera sido menos atractiva para los miles de trabajadores que saldrán de las empresas porque les habría quedado menos pensión si la reforma se aprueba antes de que se lleven a cabo los ERE. Además, abocaría a las compañías a dar más peso a los despidos con indemnización, que resultan más caros.