El 155 premia saber maltés y no catalán para trabajar en la industria agroalimentaria de Cataluña
Una nueva normativa para becas de prácticas puntúa positivamente conocer otras lenguas oficiales de la UE y no valora el dominio del idioma de la propia comunidad
La “Orden APM / 1236/2017”, de 4 de diciembre, establece las bases reguladoras de las becas de prácticas en la industria alimentaria de Cataluña para titulados universitarios. Puntúan positivamente que los aspirantes tengan conocimiento de inglés o, en menor medida, de otras lenguas oficiales de la UE.
Como es habitual, según denuncia la Plataforma per la Llengua, la norma impone “el dominio del idioma español” como requisito indispensable para poder recibir estas becas para desempeñar unos trabajos que no se desarrollarán necesariamente en territorio castellanohablante.
Pero esta vez resaltan una condición “aún más llamativa”. Se puntúa positivamente el hecho de que los aspirantes tengan conocimiento de inglés o, en menor medida, de otras lenguas oficiales de la UE, como podrían ser el maltés o el sueco, mientras que no se valora en absoluto el conocimiento del catalán u otras lenguas autóctonas del Estado.
De este modo, ponen como ejemplo que la lengua de Malta (520.000 hablantes), el esloveno (2,5 millones de hablantes) o el irlandés (200.000 hablantes), parecen resultar más útiles que el catalán para optar a una beca que podría desarrollarse en la Plana de Vic, precisamente una zona catalanoparlante conocida por su importancia agrícola.
La nueva normativa modifica la Orden APM/769/2017, de 2 de julio. Forma parte de una treintena de disposiciones legales, aprobadas en los últimos cinco meses coincidiendo con la aplicación del 155 en Cataluña, para el uso del español en múltiples sectores: información bancaria, solicitud de subvenciones... y hasta en los Estatutos de la Federación de Billar.
