Cien mil pensionistas llevan cuatro meses sin cobrar por el colapso en la Seguridad Social

Desde junio, nuevos jubilados, madres, viudos y niños huérfanos no han recibido ni un euro de las prestaciones a las que tienen derecho. El Ministerio asegura que se tramitan las solicitudes que llegan

El Gobierno ha agilizado con carácter de urgencia los requisitos y plazos para cobrar el ingreso mínimo vital ante el colapso en la tramitación de los expedientes en las oficinas de la Seguridad Social. Un caos que está provocando también el retraso en las altas de jubilación, maternidad, viudedad y orfandad desde el mes de junio.

En una decisión urgente, el Ministerio de Seguridad Social ha ampliado este martes los plazos para cobrar el ingreso mínimo vital con efectos retroactivos al 1 de junio.

Ha ampliado este periodo preliminar para los nuevos solicitantes, que anteriormente vencía el 15 de septiembre. También ha extendido el plazo de resolución para que no “caduquen” las solicitudes presentadas hasta ahora y que nadie tenga que volver a presentar la documentación.

Según datos del departamento que dirige José Luis Escrivá, solo 86.000 solicitudes de un total de 900.000 han sido aceptadas por ahora. Además, únicamente se ha dado una primera respuesta a 344.000 expedientes. Esto hubiera provocado que más de 560.000 solicitudes (el 62,2%) decayesen el pasado día 15 por silencio administrativo.

Retrasos en las nuevas pensiones

El ministro Escrivá ha defendido en todo momento la labor del personal del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), pero tuvo que reconocer hace unas semanas que se habían visto “desbordados” por el elevado número de solicitudes para obtener la prestación.

Por si esto fuera poco, según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes internas del organismo, el caos con el pago del ingreso mínimo está provocando retrasos en la tramitación de altas de jubilación, maternidad, viudedad y orfandad desde junio, cuando se solaparon con la “burocracia” para el abono de la prestación estrella del Gobierno.

Hay que recordar que la crisis sanitaria no sólo ha afectado a la Seguridad Social. Durante los últimos meses, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) también ha acumulado importantes atrasos, especialmente en el pago de los ERTE.

Acumulan cuatro meses sin cobrar

En la Seguridad Social explican que esta “tormenta perfecta”, como la califican internamente los técnicos, ha originado un retraso de hasta cuatro meses en el cobro de pensiones de jubilación, maternidad, viudedad y orfandad. Aseguran que antes de la aprobación del ingreso mínimo, la tramitación se solventaba, como máximo, en 15 días.

Las fuentes consultadas por ECD calculan que alrededor de 100.000 nuevos pensionistas se ven afectados ahora mismo por esta situación. Un cifra que alcanza al 55% de los nuevos jubilados, madres, viudos y niños huérfanos, que no han recibido desde el mes de junio ni un euro de la prestación que les corresponde.

 

La carga de trabajo adicional asumida por el INSS desde entonces para gestionar el ingreso mínimo vital, sumado a las bajas por enfermedad entre la plantilla y el periodo vacacional, ha retrasado la tramitación de nuevas prestaciones.

Seguridad Social asegura que se tramitan las solicitudes

Sin embargo, fuentes oficiales de la Seguridad Social matizan a Confidencial Digital que, a pesar de las dificultades que entraña la situación de pandemia, y que ha tenido como consecuencia que la atención presencial tuviera que permanecer cerrada durante algunas semanas, sí se están tramitando las solicitudes que llegan.

Citan por ejemplo, con datos de junio, que el 88% de las pensiones de jubilación se resolvieron en el plazo habitual (15 días), frente al 89% de un año antes, a pesar de la situación excepcional por la pandemia. Ese mes se iniciaron los trámites de 26.600 pensiones de jubilación, de los que se resolvieron 23.300 expedientes.

En julio, se resolvieron 29.940 pensiones de jubilación y en agosto, 22.606 (4.000 menos que un año antes). Además, un 82% las prestaciones de incapacidad temporal en junio se tardaron en resolver diez días, frente al 88% de un año antes.

Entre enero y junio, se resolvieron casi 286.000 expedientes de pensiones, frente a las 293.000 de un año antes, teniendo en cuenta el contexto especial de los últimos meses. Destacan además que, pese a todas las dificultades, se ha puesto en marcha en un momento tan crítico una prestación compleja como es el ingreso mínimo vital.

Para aliviar la situación, el departamento que dirige José Luis Escrivá aprobó también en julio la contratación de más de 1.000 interinos. Pero la pelota se encontraba en el tejado de Hacienda, que ha tardado dos meses en dar luz verde a la contratación de personal y ahora no prevé poder incorporarlo hasta al menos dentro de un mes.

Los datos reflejan el desplome de las altas

Fuentes conocedoras de la situación interna de la Seguridad Social destacan a ECD que la pandemia del coronavirus ha provocado, por primera vez en la historia, una caída del número de pensionistas y los registros todavía no han recuperado los niveles previos al coronavirus.

En el mes de agosto la Seguridad Social pagó menos pensiones de las que abonaba en febrero. Altos funcionarios del organismo atribuyen precisamente el desplome de las nuevas altas a las dificultades administrativas para realizar los trámites en los últimos meses, y el repunte del número de bajas, a la alta letalidad del virus entre los mayores.

Entre los meses de marzo y julio, los trabajadores del INSS tramitaron un total de 203.362 nuevas pensiones. Una cifra que es un 14,4% inferior a la que registraron en el mismo periodo del año anterior.

En paralelo al desplome de las altas, las bajas se dispararon. Un total de 225.258 pensionistas causaron baja entre marzo y julio, lo que representa un aumento del 23,1% respecto a las anotadas en el mismo periodo del pasado ejercicio.

Ese balance ha provocado que en la nómina de agosto se abonaran un total de 9.777.556 pensiones contributivas, lo que supone todavía un número inferior al que se pagaba antes de la llegada del Covid-19. 

Aunque aumenta el gasto en pensiones

Pese a ello, la Seguridad Social destinó el mes de agosto 9.904 millones de euros al pago de pensiones contributivas. Más de dos tercios de la nómina se destinaron al abono de las pensiones de jubilación, que sumaron un importe de 7.092,19 millones de euros, casi un 2,9% más que en agosto de 2019.

A las pensiones de viudedad, se dedicaron 1.710,3 millones de euros, un 1,5% más que hace un año, mientras que a las prestaciones por incapacidad permanente se destinaron 936,2 millones de euros (-0,34%).

Por su parte, al pago de las prestaciones de orfandad se destinaron 139,8 millones (+1%), y a las prestaciones a favor de familiares, 25,4 millones de euros (+3,08%).

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