El fraude fiscal aumentará en 2009: el impago de la cotización a la seguridad social y el ‘remoloneo’ para pagar impuestos harán estragos en la recaudación tributaria

“Es lo que pasa siempre, sea una crisis generalizada una época mala para una empresa determinada”, explican en El Confidencial Digital expertos en fiscalidad, en relación a los fraudes que antes aparecen en épocas de dificultad económica. Las mismas fuentes recuerdan que será la tercera vez que aumenta el fraude fiscal en los últimos 30 años, desde el repunte de 1986 y de principios de los noventa.

De la misma opinión es el Secretario General del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA), José María Mollinedo, quien señala que se trata de una decisión por ‘descarte’: “cuando vienen mal dadas, las empresas no pueden dejar de pagar las nóminas, porque supondría un gran conflicto con sus empleados; no pueden dejar de pagar a los bancos porque les cortarían el crédito y tampoco pueden desentenderse del pago de sus proveedores, porque se quedarían sin suministro”.

Por ello, las primeras irregularidades en el pago en aparecer son las de tipo fiscal, añade. Así, y siempre teniendo en cuenta que el orden de aparición es conforme a lo que tarda en detectarse la picaresca, lo primero que “se deja ver en cuanto hay crisis” es el impago de las cuotas de las Seguridad Social de los empleados, reconocen fuentes del ministerio de Trabajo. 

Desde GESTHA añaden que este retraso en los pagos puede tardar en detectarse entre dos y tres meses, fechas en las que suele llegar el primer requerimiento de la Administración a las empresas morosas. No obstante, lo más habitual en estos casos es, “sencillamente, dejar de pagar impuestos”, resume Mollinedo. 

Teniendo en cuenta el declive económico generalizado en 2008 y el calendario fiscal de 2009 –presentación de resultados empresariales hasta marzo, declaración de la Renta en junio y pago del Impuesto de Sociedades hasta el 25 de julio-, “los empresarios cuentan con más de seis meses de margen para adaptar sus cuentas y declarar ingresos nulos con tal de no hacer frente a las tasas impositivas”, apuntan fuentes cercanas a la Secretaría de Estadio de Hacienda.

El portavoz de los técnicos de Hacienda calcula que una vez presentadas estas cuentas, pueden pasar entre tres y cuatro años hasta que se detecte el fraude fiscal, por lo que las empresas que dejen de pagar los impuestos cuentan “con cerca de cuatro años para falsear sus datos contables y fiscales”.

En el equipo económico de Zapatero se comparte este pesimismo acerca de la recaudación tributaria de este año, según ha podido saber ECD.  “La experiencia nos dice que todo el mundo deja de pagar primero lo que no le van a reclamar de forma inmediata”, añaden.