Los desempleados no se atreven a solicitar el pago único del paro: “demasiadas exigencias” en el INEM y miedo a quedarse sin nada si el negocio no les sale bien

“En lo que va de año, han solicitado la capitalización de su prestación entre un 5% y un 10% menos de parados que en el primer semestre de 2008” calcula un técnico del Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE y antiguo INEM) a El Confidencial Digital.

De acuerdo con las estadísticas publicadas por el Ministerio que dirige Celestino Corbacho,

123.310 de los 2.557.955 españoles en paro registrados en el INEM se han acogido a esta modalidad entre enero y abril de este año, según los datos actualizados a 30 de junio, frente a los 130.503 que lo hicieron en las mismas fechas del pasado año.

La mayoría de quienes lo solicitan son “trabajadores jóvenes que quieren probar suerte como autónomos”, matizan fuentes ministeriales quienes añaden que del total de solicitantes de esta modalidad, 117.143 han utilizado ese dinero para establecerse como autónomos. La prestación media que perciben es de unos 1.810 euros brutos perciben por una media de 66 días capitalizados.

Desde la patronal de jóvenes empresarios -CEAJE- señalan a ECD que el número de trabajadores que se quedan sin empleo y optan por cobrar así el paro “es cada vez menor, ya que a muchos les da miedo que su idea no cuaje y quedarse sin nada, ni derecho a cobrar el paro ni negocio que les genere algún tipo de ingresos”.

En la misma línea, recuerdan que desde Ceaje, al igual que en la CEOE, llevan pidiendo desde antes de las pasadas elecciones generales que el Gobierno que “levante un poco la mano” con las condiciones que hay que cumplir para poder beneficiarse de la capitalización del paro, de momento reservada a aquellos que quieran establecerse por cuenta propia o montar una cooperativa o sociedad laboral.

En el ámbito de la Economía Social coinciden con los colectivos de autónomos al señalar que “no es suficiente” con la ampliación del porcentaje del paro total que se puede pedir como pago único y que asciende al 80% para jóvenes y mujeres o al 100% para quienes o bien tengan reconocida una minusvalía del 33% o bien sean socios de cooperativas y sociedades laborales. Desde estos sectores subrayan que “para fomentar el autoempleo además hace falta financiación de verdad”.

Otros ‘peros’ que echan para atrás a los españoles que se plantean esta posibilidad:

-- Miedo a invertir de una sólo vez la que puede ser su única fuente de ingresos durante mucho tiempo (cada vez hay más parados de larga duración de acuerdo con las últimas estadísticas) y a quedarse sin nada si el negocio no fructifica.

-- “Deducciones fiscales descafeinadas” para promocionar esta opción. Varios asesores fiscales destacan que los desempleados que cobran la prestación como pago único pueden beneficiarse de una exención de hasta 12.020 euros si se destinen a una actividad económica como trabajador autónomo, que deberá mantenerse durante al menos cinco años.

-- “Pocas facilidades para informarse y solicitarla”. Técnicos del antiguo INEM reconocen a ECD que en este organismo “hay un cierto temor al fraude, ya que se tiene noticia de casos en los que se ha solicitado el pago único y luego se han seguido beneficiando de la prestación o no se ha utilizado ese dinero para desarrollar un negocio”.