Se desploman un 70% las reservas de billetes de bus y tren para la Constitución y Navidad

Las empresas de transporte se han visto afectadas por los cierres perimetrales de las grandes ciudades. Se han presentado los primeros concursos de acreedores

Las nuevas restricciones a la movilidad y los cierres perimetrales que, a cuenta gotas, anuncian las comunidades autónomas han provocado un clima de caos y desconcierto entre la población que se extiende a lo largo de múltiples sectores.

Uno de los negocios más afectados por esta incertidumbre ha sido durante estos meses de pandemia y sigue siendo el del transporte.  Por tierra, mar o aire los españoles apenas se mueven de sus regiones ante el miedo de tener que volver apresuradamente por un cierre repentino de su comunidad autónoma.

Cerrar tres días y abrir al cuarto como hace la Comunidad de Madrid, posibilitar viajes por el territorio, pero sin permitir a los viajeros estacionar para el descanso como sucede en gran parte de España, etc. La falta de concreción en la normativa por parte del Gobierno de Pedro Sánchez y la ausencia de pactos bilaterales entre los presidentes autonómicos, sobre los que Moncloa ha dejado las consecuencias de las restricciones mantienen en vilo a cuarenta y siete millones de españoles.

Ciudadanos que este 2020 aquejados por la pandemia del coronavirus y por la incapacidad de sus líderes políticos de asumir las responsabilidades para las que fueron escogidos han decidido no tomarse los días libres que en años anteriores sí que disfrutaron.

Durante el próximo festivo por el día de la Constitución (6 de diciembre) y La Inmaculada (8 de diciembre) la postal de las grandes ciudades engalanadas por la Navidad y sometidas a las idas y venidas de miles de españoles será más inusual que ningún otro año.

Fuentes de la patronal de los autobuses confirman a Confidencial Digital la caída de las reservas de billetes de autobús en más de un 85% para las próximas fechas festivas.  La movilidad entre comunidades autónomas ‘prácticamente’ se ha paralizado al tiempo que muchas empresas han de mantener sus servicios obligatoriamente por ser considerados ‘servicios esenciales’.

Una realidad que ya está provocando la quiebra de las primeras empresas de autobuses privadas que, aseguran estas mismas fuentes, no tienen sustento ni siquiera con las muletas de los ERTE y los créditos ICO.

Pese a ello, en la patronal no pierden la esperanza de remontar el vuelo si la situación epidemiológica cambia en las próximas semanas.  ‘Si de aquí a Navidad la evolución mejora, podremos tener una demanda razonable superior al 50%’ aseveran fuentes del sector con cierto halo de optimismo.

Trenes a medio gas

En el caso del transporte ferroviario y pese a que la demanda durante el último trimestre ha caído un 50 por ciento con respecto a 2019, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha decidido mantener las frecuencias de trenes entre las comunidades autónomas.

 

La segunda ola del coronavirus, aseguran fuentes de Renfe a ECD ha vuelto a asestar un golpe a la empresa pública que se prepara para la llegada de competencia extranjera al sector a partir del próximo 15 de marzo. 

Acorde a las declaraciones del presidente de Renfe, Isaías Taboas, recogidas por este periódico la demanda de viajeros en los servicios comerciales se ha ‘desplomado’ hasta representar una cuarta parte del negocio que a estas fechas tenía ya comprometido la operadora ferroviaria para el puente de La Inmaculada el próximo 8 de diciembre.

No obstante, Taboas reconoce que el tráfico se recuperó entre junio y julio hasta alcanzar el 40% de la demanda habitual.  Cifras que ponen de manifiesto la cuantiosa mejora sobrevenida sobre la empresa pública tras anotar caídas del 95% de los ingresos durante los meses de confinamiento entre marzo y junio.

Sin embargo, las nuevas restricciones a la movilidad y los cierres perimetrales que se han ido sucediendo en los últimos días en las diferentes comunidades autónomas han provocado que la demanda de billetes de tren haya vuelto a caer un 75% durante octubre y las primeras semanas de noviembre.  

Una situación que no beneficia a las maltrechas cuentas de Renfe que calculan que ‘en el mejor escenario posible’ la recuperación del sector llegará finales de 2022 cuando las previsiones auguran una recuperación de la demanda similar a la de 2015 lo que provocaría una llegada de los beneficios a los libros de la compañía.

Aviones en tierra

Al aumento de los casos positivos por COVID-19 también ha frenado a recuperación del sector aeronáutico.  Aviones paralizados, prácticamente, desde marzo ante la caída de la demanda de pasajeros en más de un 72 por ciento durante el mes de septiembre según informa la Asociación Internacional del Transporte Aéreo.

Según los sindicatos de Aena y Enaire la ocupación media de las naves que aterrizan cada día en el aeropuerto madrileño Adolfo Suárez Madrid - Barajas es de un 40 por ciento.  Cifras que no permiten obtener la rentabilidad necesaria para sostener a flote grandes negocios como las aerolíneas y que ya están acelerando los primeros rescates públicos en el sector como el aprobado la pasada semana por el Consejo de Ministros a Air Europa.

Una foto fija que se refleja en un informe de Eurocontrol consultado por ECD donde se pone de manifiesto que a mediados del mes de octubre todas las compañías aeronáuticas con presencia en España recortaron entre un 60% y un 80% su oferta de vuelos.

Sin barcos en las aguas

Instantánea que se refleja también sobre las aguas mediterráneas y atlánticas que bañan a la península y archipiélagos españoles que este 2020 lucen sin barcos y cruceros.  Un sector especialmente dañado por las restricciones, paralizado al completo desde marzo y sin atisbos de recuperación en el horizonte.

‘Hasta 2022 no podremos hablar de una recuperación del sector’ apuntan fuentes empresariales a ECD.  Se quejan de la falta interés de los Gobiernos europeos que mantienen las restricciones en puertos y no ofrecen soluciones a empresas estratégicas en el transporte de viajeros internacionales.

Comunidades aisladas

Por el momento y tras la aprobación del estado de alarma la pasada semana son 13 las comunidades autónomas en las que se ha aprobado el cierre perimetral además de Ceuta y Melilla.

La última en aprobar la clausura de la región ha sido la Comunidad Valenciana al tiempo que Galicia hacia lo propio en sus capitales de provincia para evitar las salidas de los gallegos durante las próximas semanas.

No obstante, la estrategia a seguir en cada territorio es diferente.  Por ejemplo, en Castilla y León, la Comunidad Valencia, Navarra y Castilla-La Mancha se ha apostado por un cierre perimetral al que Euskadi, Andalucía, La Rioja, Cantabria, Murcia y Asturias han sumado la limitación de la movilidad entre algunos o todos sus municipios, ampliado el toque de queda nocturno y la clausura de la hostelería. 

Una estrategia que aplicó en un primer momento Cataluña.  Quienes se desmarcan de este modelo son la Comunidad de Madrid, donde se mantiene el confinamiento por zonas básicas de salud y Baleares y Extremadura donde los confinamientos son, únicamente, municipales.

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