La subida de tarifas eléctricas castiga el bolsillo de las empresas que más gastan: se plantean deslocalizaciones para reducir costes

Las consecuencias de la eliminación de las llamadas tarifas industriales de electricidad no se han hecho esperar. Según ha podido saber El Confidencial Digital, los responsables de empresas industriales que consumen energía de forma “intensiva o muy intensiva” empiezan a plantearse deslocalizaciones para abaratar los costes eléctricos de sus plantas.

Entre esos empresarios, se encuentran primeros ejecutivos de empresas siderúrgicas, cementeras, mineras, metalúrgicas, químicas o que trabajan con gases  industriales. Fuentes cercanas al sector industrial advierten que las “Administraciones Públicas tienen un problema muy gordo delante y aún no se han dado cuenta”.

Esta preocupación se extiende a sectores que, aunque no serán tan castigados como los que requieren ingentes cantidades de energía para su producción diaria, “están muy fragmentados”. Sería el caso, por ejemplo, de las empresas del sector textil. 

No obstante, el grueso de las empresas que se podrían ver afectadas por esta “medida drástica” son las grandes multinacionales con fábricas en España.

Aunque “lógicamente, no se trataría de un deslocalización masiva, ni de un día para otro”, ya que la supresión de las tarifas eléctricas industriales es una decisión que “tendría consecuencias a medio-largo plazo”. Los directores y primeros responsables de esas multinacionales “tiene que velar por su negocio, como es lógico”, explican las mismas fuentes.

A la hora de planificar la estrategia regional, como en Europa o Norte de África, cuando “se den cuenta de que les sale muy caro producir en España”, no “dejarán de fabricar y punto”, sino que “dejarán de invertir paulatinamente”.

En este sentido, fuentes de mercado explican que para las empresas que consumen grandes cantidades de energía eléctrica para el desempeño de sus actividades, “la electricidad es tan o más importante que cualquier otra de sus materias primas”. Es el caso de las compañías de industria básica, en “las que hay que ir poniendo dinero casi cada día”, subrayan. 

“Habría que hacer una adaptación gradual”, sugieren fuentes patronales desde los sectores más afectados por estas medidas, quienes muestran su extrañeza ante ciertas actuaciones gubernamentales: “nadie renuncia a la industria básica, es una decisión un poco rara”, apostillan.

En cuanto al actual panorama energético y a las soluciones que hasta el momento se han ofrecido a los sectores más castigados por el encarecimiento de la electricidad, casi todas las industrias coinciden al denunciar que “no existe un mercado europeo, sino que cada país tiene un ‘mix’ energético distinto y las industrias europeas nunca paran porque son ‘in-interrumpibles’.

“Y encima no tenemos interconexiones”, añaden en referencia al intercambio de gas y electricidad con otros países miembros de la Unión Europea. En la misma línea, les preocupa que “no exista ningún consenso en el diagnóstico del problema” y piensan que esa falta de acuerdo se debe a “una única razón”: “ya nos han subido la energía un 40% y no hemos cerrado. Están seguro de que tampoco lo haremos si nos lo suben otro 40, 50 o 60%”.

“Estábamos en el momento más dulce del mercado y por eso aún teníamos cierta capacidad de trasladar el aumento de los costes a los precios de nuestros productos”, sentencian.

Los pronósticos que hacen los profesionales de estas industrias son poco halagüeños, ya que entienden que, “hasta ahora, hemos podido repercutir el encarecimiento energético en los precios porque estábamos en la parte alta del ciclo” económico. Ahora es distinto y los últimos responsables de las filiales españolas de las grandes multinacionales industriales tienen claro que “si no cuidamos la industria, se nos irá”.